En el listado de errores o sesgos que se pueden dar a la hora de la evaluación del desempeño laboral cabe destacar el sesgo de indulgencia, error de semejanza, el efecto halo o el de primacía. Es importante detectarlos, pues está en juego el desarrollo profesional de los perfiles y la reputación de la marca empleadora. Para evitar estos sesgos, programa un calendario de feedback periódico y especifica los KPIs de cada rol para orientar a los responsables.
Evita estos errores en la evaluación del desempeño laboral
La evaluación del desempeño laboral ha progresado mucho en los últimos tiempos, gracias a la implantación de tecnologías que facilitan la gestión del talento. La ausencia de criterios claros en RRHH para llevar a cabo una evaluación precisa puede conducir a una serie de errores durante el proceso. Los siguientes son algunos de los más habituales:
- Empleado ideal: no busques un paradigma único en los perfiles ni que se asemejen a ti cuando evalúas. La diversidad es un valor que suma en el equipo y para medir esta diferencia sin sesgos debes contar con indicadores relativos a cada categoría.
- Actualidad: en la evaluación debes definir el marco de tiempo y no dejarte llevar por las últimas acciones. Por ejemplo, si ha habido un rechazo de una tarea esto no puede influir a la medición del conjunto de su rendimiento.
- Efecto “halo”: ocurre cuando la percepción de una de las áreas de trabajo impregna el resto sin contar con indicadores objetivos.
- Error de severidad: cuando, lejos de medir el desempeño objetivo, se utiliza la evaluación a modo de castigo o para impresionar a superiores.
- Primacía: los evaluadores tendrán en cuenta la primera información que hayan obtenido de los trabajadores para calificar su rendimiento como bueno o malo. Así, solo prestan atención posteriormente a aquellos datos que avalen a los primeros. Este efecto comparte cierta semejanza al de la primera impresión en una entrevista de selección.
¿Cómo puedes evitar los sesgos en la evaluación?
La buena noticia es que la oferta para la evaluación del desempeño es amplia. Son muchas las herramientas y software de evaluación que pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos y metas. La clave es buscar indicadores que no sean subjetivos ni cualitativos.
Una de las metodologías que han demostrado evitar los sesgos más frecuentes es el feedback 360 grados. Planifica un calendario con recogida de datos periódicas. Así evitarás obtener una mirada parcial y podrás profundizar en un análisis relativo a los contextos. También podrás crear un histórico y elaborar informes que te ayuden en el seguimiento y control del desempeño.
Por otra parte, los evaluadores deben ser expertos en la materia que midan y tener claros los objetivos a conseguir. Ten en cuenta que los resultados afectarán al desarrollo profesional de los trabajadores, así como a sus posibles compensaciones y beneficios. Para evitar caer en sesgos, define los objetivos con KPIs específicos de roles para medir el progreso de cada empleado. Además, establécelos utilizando el método de objetivos SMART para que los gerentes tengan un punto de referencia a la hora de emitir comentarios.