El perspectivismo de Ortega y Gasset concluía que para conocer un objeto se debían contrastar y complementar las perspectivas desde las que se miraba. Así, para saber si un edificio tenía ventanas o no, había que mirarlo por sus 360 grados.
En recursos humanos, la técnica de evaluación 360 proporciona datos mucho más preciosos sobre el desempeño laboral de los trabajadores, pues procesa puntos de vista de responsables, subordinados y compañeros, incluso de clientes y proveedores.
Evaluación 360 para medir el desempeño
Este método para medir el desempeño es denominado evaluación 360 grados o integral, porque incluye todos los agentes del ecosistema. Ortega se basó en los estudios del biólogo Jacob Von Uexküll, que defendía que para entender un organismo debes tener presente el mundo circundante en el que vive. Así, quien evalúa recoge la retroalimentación de todos los stakeholder, incluida la autoevaluación del propio trabajador, de las competencias claves del puesto.
Entre los objetivos de la evaluación 360 destaca: medir el desempeño, evaluar las competencias, diseñar programas de aprendizaje y desarrollo, servir como base para implementar planes de carrera y de incentivos. Para alcanzarlos, es importante que los empleados sepan que sus datos serán tratados de manera confidencial. Y en ambas direcciones, es decir, tanto cuando actúan como evaluadores como evaluados.
En el diseño de los cuestionarios tendrás que decidir qué preguntas incluyes para los superiores, los subordinados y el resto de colaboradores. Algunas de las que puedes incluir en esta evaluación son:
- ¿Es efectivo/a para resolver problemas?
- ¿Es capaz de resolver conflictos adecuadamente?
- ¿Toma la iniciativa de manera innovadora?
- ¿Se responsabiliza de su trabajo y cumple los plazos?
- ¿Se comunica clara y efectivamente con sus compañeros?
Beneficios de usar esta técnica
En primer lugar, es necesario repasar el organigrama para ver dónde se sitúa el personal evaluado y quiénes son sus superiores, compañeros y subordinados. Con esta herramienta de evaluación sale beneficiada tanto la organización como la gestión de equipos. Implica un crecimiento organizacional y la mejora del rendimiento. Sin embargo, entre sus ventajas destacadas cabe señalar:
- Optimiza el reclutamiento con una gran cantidad de información.
- Clave para detectar tendencias negativas dentro de la organización y para reforzar las mejores prácticas.
- Ayuda a la gestión de recursos humanos para la toma de decisiones en cuanto a formación, incentivos o movilidad.
- La devolución que la empresa da al empleado es más objetiva al recoger la evaluación de todos los colaboradores. Incluye preguntas sobre comportamientos medibles y numéricos, y otras relacionadas con opiniones.
- Aumenta la confianza en la información recabada, reduciendo prejuicios y sesgos.
- Fomenta el trabajo en equipo y la colaboración, pues los compañeros aprovechan para conocerse mejor. Se logran grupos de trabajo más completos, diversos y cohesionados.
- Refuerza la comunicación horizontal y optimiza el feedback al empleado evaluado. Esto es clave pues el objetivo primordial de la evaluación 360 del desempeño es mejorar los resultados de la organización a través de la mejora continua de la productividad de la plantilla.