¿Sabías que desde noviembre de 2024 en España existe un permiso retribuido por causas climáticas? Se trata de una medida muy relevante para cualquier equipo de Recursos Humanos, ya que afecta directamente a la gestión del personal en situaciones de emergencias meteorológicas como inundaciones, nevadas, incendios o fuertes tormentas. En este post te explicamos de forma sencilla en qué consiste este permiso climático retribuido, cómo está regulado y qué pasos debe seguir el departamento de RRHH para aplicarlo correctamente.
¿Qué es el permiso climático retribuido?
Se trata de un permiso retribuido (es decir, que el trabajador cobra su salario aunque no trabaje esos días) que le permite ausentarse del trabajo cuando se produce una catástrofe natural o una alerta oficial por fenómenos extremos que impida ir al centro de trabajo o suponga un riesgo grave para la salud.
Este permiso climático retribuido está recogido en el Estatuto de los Trabajadores (art. 37.3, letra g), y fue aprobado por el Gobierno a finales de 2024 tras las graves lluvias y temporales vividos en varias zonas del país, como la DANA de Valencia. El permiso solo se activa si se cumplen estas dos condiciones:
-
Que exista una alerta oficial (por ejemplo, de AEMET o Protección Civil) o una catástrofe natural reconocida.
-
Que la situación haga imposible o muy arriesgado que el empleado acuda a su puesto de trabajo.
Es decir, tiene que haber una situación real y concreta que afecte al desplazamiento o ponga en riesgo la integridad de la persona.
En caso de que haya circunstancias climáticas extremas, los trabajadores pueden disfrutar de hasta cuatro días de permiso remunerado, que son prorrogables mientras dure la causa que lo provoca (por ejemplo, si una zona sigue inundada o inaccesible). Durante este tiempo, la persona trabajadora sigue recibiendo su salario como si hubiera acudido normalmente.
Si después de esos 4 días la situación no mejora y no es posible teletrabajar, la empresa puede aplicar un ERTE por fuerza mayor para cubrir el tiempo que dure la emergencia. En ese caso, es el Estado en que corre con los costes laborales.
¿Cómo debe gestionarse desde RRHH?
El departamento de Recursos Humanos juega un papel clave para aplicar el permiso climático retribuido correctamente. Estas son las principales acciones que se recomienda tomar:
1. Informar a la plantilla
Es importante explicar de forma clara qué es el permiso climático, cuándo se puede utilizar y cómo deben solicitarlo los empleados. También conviene incluirlo en el manual de bienvenida o reglamento interno.
2. Establecer un procedimiento
Definir un protocolo interno para saber cómo se solicita, qué documentos hay que aportar (como un aviso de la AEMET o un corte de carretera), quién lo aprueba y cómo se comunica.
3. Valorar el teletrabajo
Si la persona no puede ir al centro de trabajo, pero puede hacer sus tareas desde casa, la empresa puede ofrecerle teletrabajar, siempre que sea posible y con los medios adecuados. Esto debe regularse de acuerdo con la Ley de Trabajo a Distancia.
4. Registrar y pagar el permiso
Recursos Humanos debe asegurarse de que el permiso queda correctamente registrado en los sistemas de control de jornada y que el salario se abona con normalidad durante esos días.
Plan Estival 2025 de la Inspección de Trabajo
Este nuevo permiso climático retribuido se alinea con el paquete de medidas que acaba de lanzar el Ministerio de Trabajo dentro del Plan Estival 2025 de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS). Este plan tiene como objetivo reforzar la protección frente al estrés térmico y otros riesgos derivados del cambio climático en el entorno laboral, especialmente durante los meses de más calor.
La ITSS ha anunciado que intensificará las inspecciones este verano, sobre todo en sectores como la construcción, la agricultura, el reparto o la limpieza viaria. No cumplir con las medidas preventivas puede conllevar sanciones de hasta 980.000 euros, especialmente si se obliga a trabajar bajo condiciones extremas sin tomar medidas adecuadas.
En este sentido, el permiso climático retribuido se convierte en una herramienta legal fundamental para evitar exposiciones peligrosas y demostrar que la empresa actúa con responsabilidad. Aplicarlo correctamente no solo protege a las personas, sino también a la organización frente a posibles sanciones e inspecciones.