Una de las pesadillas por las que ninguna empresa quiere pasar es el despido colectivo. Si llega este desagradable momento, el outplacement o la recolocación de trabajadores ayuda a mitigar las consecuencias de tomar una decisión como esta.
Los programas de outplacement los suelen llevar a cabo empresas especializadas en distintas áreas del sector de recursos humanos o también pueden estar familiarizadas con un sector determinado. Organizan programas en los que se lleva a cabo el asesoramiento del trabajador/a. Reorientan su perfil profesional y lo capacitan para reincorporarse al mercado laboral en el menor tiempo posible.
Los servicios de outplacement
Las agencias de recolocación actúan de intermediarios entre empresas que buscan recursos para completar sus plantillas y trabajadores que han sido recientemente despedidos. Por un lado, seleccionan los perfiles más adecuados a cada puesto y, por otro, ayudan al trabajador/a a capacitarse para potenciar su candidatura en la búsqueda de empleo.
El objetivo frente al trabajador/a es facilitarle un empleo adecuado a su trayectoria profesional y formación académica. Para ello, se establecen programas de asesoramiento personalizado que suelen durar entre 4 y 6 meses. Durante este tiempo, el candidato recibe formación y orientación laboral centrada en la mejora de su perfil profesional. Se le ayuda a crear herramientas, perfeccionar habilidades y adquirir las capacidades necesarias para conseguir un nuevo trabajo.
A los colectivos especialmente desfavorecidos, como jóvenes, mujeres, parados de larga duración, mayores de 45 años, discapacitados, personas en situación de exclusión social e inmigrantes, se les suele aplicar un programa específico que tenga en cuenta esta condición.
Obligación de contratar la recolocación de trabajadores
La empresa que lleve a cabo un despido colectivo que afecte a más de cincuenta trabajadores se encuentra en la obligación de contratar los servicios de una agencia de recolocación autorizada por los Servicios Públicos de Empleo Español para los trabajadores afectados.
El plan debe tener una duración de al menos 6 meses. Ha de incluir medidas formativas y de orientación profesional personalizada dirigidas a las personas despedidas que se encuentran en búsqueda activa de empleo.
No están obligadas a contratar estas agencias las empresas que hayan iniciado un procedimiento concursal.
Cualquier gasto que genere esta contratación lo cubrirá la compañía, en ningún caso el/la trabajador/a. Si la empresa no se quiere hacer cargo de esta contratación, los trabajadores tienen derecho a exigir que lleve a cabo.
Ofrecer una vía de salida a los trabajadores que han quedado como excedentes es una medida que denota un comportamiento más humano por parte de la organización. Contratar una los servicios de outplacement tiene varias ventajas para la empresa: ayuda a mejorar la mala imagen de la marca porque demuestra sensibilidad ante una determinación que afecta a muchas personas y favorece la estabilidad del clima laboral de los que no han sido despedidos.