Pocas veces hablamos de los empleados con larga trayectoria en la empresa, y de cómo conseguir que sigan motivados después de tantos años. Habitualmente, estos profesionales suelen ocupar puestos de responsabilidad, por lo que cuidar de ellos puede llegar a convertirse en una simple cuestión estratégica. En este artículo enumeramos algunas ideas concretas que se pueden implantar para conseguir que los trabajadores más veteranos continúen comprometidos y aporten valor a la compañía.
Empleados con larga trayectoria en la empresa: manteniendo viva la llama
Como puede ocurrir en cualquier relación humana, el paso del tiempo puede llegar a desgastarnos. En las relaciones entre una empresa y un trabajador también ocurre. Muchos empleados veteranos pueden entran en una espiral de desafección permanente que la empresa debería intentar corregir. Sobre todo, si tenemos en cuenta que estos profesionales son, en la mayoría de los casos, las personas que han llevado a la empresa hasta el lugar en el que se encuentra en ese momento, y que esta seguirá necesitándolos. De hecho, suelen dirigir departamentos importantes o tener bajo su cargo a muchas personas.
Por tanto, y como ocurre también en las relaciones humanas, es necesario cuidar la relación. La dirección de la empresa o los departamentos de recursos humanos deberían establecer acciones concretas o políticas globales destinadas a incentivar de una forma u otra a este tipo de profesionales.
Entre las medidas que se pueden adoptar, podríamos destacar las 5 siguientes:
- Incentivos económicos: como mejoras salariales o beneficios ligados a la consecución de objetivos que sirvan para premiar dichas trayectorias. No suelen ser, sin embargo, los más eficientes.
- Mayor participación en la toma de decisiones: por su experiencia y su know how suelen resultar decisivos a la hora de determinar la dirección futura de la empresa. Interesante cuando se busca reactivar el compromiso de estos empleados.
- Nuevos retos y desafíos: como ascensos o aquellos relacionados con la formación o mentorización de jóvenes talentos, el lanzamiento de productos o la apertura de nuevos mercados.
- Premios y reconocimientos al compromiso de empleados que, de forma anual, personalicen el trabajo bien hecho y la fidelidad de los trabajadores.
- Otros beneficios: como las aportaciones a planes de pensiones, los seguros médicos o las políticas de prejubilación o de flexibilidad laboral.
La importancia de la formación y la digitalización después de los 40
La gran mayoría de los empleados que acumulan largas trayectoria en las empresas suelen superar los 40 o más años. Cuando alcanzamos estas edades, la digitalización y la formación se constituyen en la base sobre la que seguir creciendo.
En un mercado en constante evolución tecnológica, estos profesionales tienen que digitalizarse. Deben conocer y manejar las herramientas y aplicaciones que definen el día a día de sus empresas. Esto, en muchas ocasiones, no es sencillo. Por ello, la empresa debe favorecer la transición de los empleados hacia la digitalización y la actualización de sus conocimientos, y esto solo puede conseguirse con más formación.
De esa forma, además de la indudable experiencia acumulada, una adecuada base tecnológica y una formación actualizada convertirán a estos profesionales veteranos en los pilares sobre los que apoyar el presente y preparar, a corto y medio plazo, el futuro de la compañía.