Contar con estructuras como las comunidades de aprendizaje y no aplicarlas en las empresas en la actualidad va en contra de las demandas de reskilling y upskilling de la plantilla en la era de la transformación digital y los entornos VUCAH. Este modelo dialógico de aprendizaje significativo y orientado al éxito proviene del entorno educativo reglado, pero resulta muy eficaz al aplicarlo a la estrategia formativa de las organizaciones.
Comunidades de aprendizaje en la empresa
En las compañías se suele trabajar con la gestión de proyectos o en un ecosistema matricial, es decir, integrando la gestión propia de cada departamento con un proyecto común. Implementar las comunidades de aprendizajes en este ámbito aporta valor al ofrecer un modelo de conocimiento y práctica colaborativa, basado en el intercambio de experiencias y propuestas de resolución común ante conflictos.
Como ya puedes imaginar, este formato motiva a la plantilla y aumenta su engagement con la cultura empresarial. Pero es que además ha demostrado contribuir a mejorar la calidad del desempeño organizacional basado en la mayor participación y en la disposición de aprender juntos. Las claves del modelo de comunidades de aprendizaje son:
- Mejora continua, como un proceso sistemático de evaluación, aportación y crecimiento.
- Creatividad.
- Democratización del conocimiento.
- Innovación.
Es muy importante comprender desde el primer momento que el sentido de la palabra comunidad no remite a un grupo de personas afines o que comparten contenido profesional, como pudiera ser un conjunto de trabajadores de comunicación o en prácticas. En las comunidades de aprendizaje el concepto que se maneja es el de “lo común”. Seguro que has oído hablar del término “Ubuntu”, que proviene de la cultura africana y que denota que todos los participantes de una comunidad son agentes interdependientes, es decir, la construcción y la supervivencia del grupo depende del apoyo mutuo, que es cimiento y objetivo de la convivencia. “Soy porque nosotros somos”, es decir, existe un vínculo entre los seres humanos que los fortalece para superar retos.
La carrera individual hacia logros unipersonales no tiene sentido en las comunidades de aprendizaje. Cada éxito particular es consecuencia de la labor cooperativa y motivo de celebración para toda la organización.
Creatividad e innovación
Es frecuente confundir estos términos o pensar que uno implica el otro y no ocurre así necesariamente. La creatividad por sí sola no implica la innovación. Esta ocurre cuando se sintetizan y aplican una selección de las ideas originales. Así, la implantación de comunidades de aprendizaje permite desarrollar la capacidad creativa de las personas alrededor de tres ejes:
- La generación de intereses comunes centrados en el entorno laboral.
- El intercambio de experiencias y conocimientos.
- La motivación hacia la aportación de ideas en busca de soluciones.
Uno de los objetivos de las comunidades de aprendizaje es transmitir el mensaje a todos los empleados de que su participación es imprescindible. Cada uno aportará desde su puesto al crecimiento y mejora continua de la compañía. Este refuerzo positivo fomenta el compromiso y la creatividad, que mediante la metodología dialógica, genera soluciones de alto impacto y bajo coste para los posibles conflictos o desafíos.