Para garantizar la compliance o cumplimiento normativo es necesario elegir un responsable o departamento que vigile y controle. Este concepto nace de la lucha contra el soborno y la corrupción. Entre sus distintas modalidades, cabe señalar la imperativa o de obligado cumplimiento, como es la protección de datos en la actualidad.
Diseña protocolos y buenas prácticas para lograr una empresa ética mejorando el clima laboral, la productividad y evitando sanciones.
Comprende el concepto de compliance
Para comprender el surgimiento de este concepto tienes que remontarte a los años 70 de Estados Unidos y a la reforma del Código Penal de España del 2015. Al estar vinculados los casos de corrupción entre compañías y funcionariado anglosajón, fue necesario el desarrollo legislativo que persiguiera estos actos delictivos en el entorno empresarial. Según la World Compliance Association, la compliance o cumplimiento normativo puede definirse como el conjunto de procedimientos y buenas prácticas que las organizaciones adoptan con el fin de “identificar y clasificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan y establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos”.
Puedes distinguir compliance de diversas categorías:
- Potestativo: no es obligatorio ni tiene consecuencias perjudiciales inmediatas para aquellos que no adopten las medidas propuestas.
- Cuasi-potestativo: con carácter de recomendación como lo recogido en el Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
- Imperativo o de obligado cumplimiento como los aspectos que garantizan las leyes sobre protección de datos.
Entre los objetivos de aplicar esta estrategia destacan el poder identificar y evaluar los riesgos, diseñar e implementar protocolos y procedimientos, apostar por una cultura corporativa ética y sensibilizar a toda la organización. Al implantar la compliance notarás mejor clima laboral, mayor productividad y mayor competitividad al mejorar tu reputación. Ten en cuenta que afecta a diversas áreas como lo penal, tributario, ambiental, tecnológico o la prevención de blanqueo de capitales.
Pautas para implementarlo en la empresa
El incumplimiento normativo puede suponerle a una empresa sanciones económicas o la exclusión de licitaciones o subvenciones públicas. Por ello, es necesaria la vigilancia y el control de los protocolos, y las pautas que garanticen el cumplimiento de las leyes.
Sigue estas pautas para implementarlo en la empresa:
- Define de manera transparente los protocolos de actuación y hazlos llegar a toda la plantilla, desde el equipo directivo hasta las nuevas incorporaciones. Es aconsejable incluirlo en el manual de acogida o en el proceso de onboarding.
- Diseña una estrategia en colaboración con el departamento de prevención de riesgos laborales, que identifique y evite los riesgos asociados a conductas delictivas.
- Revisa de manera periódica el plan de PRL, evaluando las oportunidades de mejora continua. Modifica el modelo de negocio y las sanciones cuando sea necesario.
- Elige un responsable que garantice el cumplimiento normativo. Si el tamaño de la compañía lo requiere, puede ser aconsejable dedicar un departamento al cumplimiento normativo. Será determinante además el sector y sus stakeholders.
- Garantiza el anonimato para quienes denuncien los comportamientos inadecuados o mala praxis.