Esta nueva directiva europea relacionada con la transparencia, que toda empresa va a tener que poner en práctica, se concreta ahora. La directiva Whistleblower garantiza el anonimato de los trabajadores que denuncien conductas ilegales. Algunos de los mecanismos que recomienda son la creación de canales para las denuncias, regula la sanción por quebrantar esta norma y crea un agente o departamento para el seguimiento. Aquí puedes leer algunos consejos para implantarla.
Beneficios de la directiva Whistleblower
La pandemia impidió que la directiva europea Whistleblower, también conocida como ley de protección de denunciantes, pudiera desarrollarse y ejecutarse en las empresas. Sin embargo, a comienzos del año ya empezaron a regularse las propuestas asociadas a esta normativa comunitaria. Su objetivo dentro del ámbito laboral es dar voz a la plantilla con garantía de anonimato. El modelo es similar al de las denuncias que inician un procedimiento de inspección de trabajo o demanda laboral.
Esta nueva directiva fortalece y amplía la lucha contra la corrupción y la violación de los derechos laborales. En España, ya existía normativa como la ley de prevención de blanqueamiento de capitales o en el artículo 31 bis del Código Penal. Sin embargo, el mayor beneficio de la directiva Whistleblower es que protege a los denunciantes, independientemente del puesto que ocupen. Se trata de evitar que se vuelva contra el trabajador su propósito de mejorar las condiciones laborales, tanto propias como de la compañía.
Así, se prioriza su denuncia al supuesto delito de divulgación de “secretos” corporativos o información personal. Las áreas de acción que se verán afectadas por la Directiva Whistleblower abarcan, hasta el momento, desde la contratación pública hasta la seguridad y conformidad de los productos y servicios, pasando por la protección de los derechos del consumidor o de la privacidad y los datos personales.
Cómo se puede llevar a la práctica
Las principales modificaciones en esta primera fase de implantación van a afectar al ámbito de la protección de datos y de la comunicación interna. Aunque aún falta por desarrollar la forma en que cada compañía debe implantar la directiva, algunas de las pautas que ya está recogidas y que pueden ayudarte a concretarla en tu empresa, son:
- Toda forma de amenaza, coerción o represalia contra el denunciante se encuentra prohibida. Su incumplimiento implica sanciones económicas de un valor de hasta 50.000€ en los casos más graves.
- Para garantizar los canales de denuncia, puedes ayudarte de soluciones informáticas que te permitan además realizar informes y automatizar los procesos de seguimiento.
- Para este seguimiento, en cualquier caso, se asignan autoridades competentes y externas, que logren además que la investigación de la denuncia se complete en un plazo no mayor a tres meses, incluyendo la respuesta al denunciante.
- Por último, recuerda que toda modificación de las rutinas y de los mecanismos de vigilancia puede generar estrés y tener un impacto negativo en la motivación de la plantilla. Por eso, asegúrate de comunicar de manera clara y concisa las medidas que se van a tomar y de que sea accesible para todos los trabajadores.