Una de las principales características de los avances tecnológicos en las empresas es la digitalización. El trabajo en la nube, la importancia del Big Data o la búsqueda de la simplificación burocrática, empujan a los nuevos negocios de emprendimiento y a las pymes tradicionales a una constante inversión en tecnología. En este artículo, hablaremos de la Ley Crea y Crece y de las obligaciones que plantea respecto a la llamada factura electrónica.
Ley Crea y Crece y facturas electrónicas: un marco de impulso al emprendimiento
La Ley 18/2022 de creación y crecimiento de empresas, más conocida como la Ley Crea y Crece, tiene como objetivo principal impulsar el crecimiento empresarial en nuestro país, desde diferentes ámbitos y puntos de apoyo.
Uno de los principales fines de la Ley es favorecer la agilidad administrativa respecto a la puesta en funcionamiento de cualquier negocio en España, buscando también la reducción del capital mínimo necesario. Igualmente busca impulsar la digitalización en el seno de las empresas, promoviendo diferentes medidas de calado en este sentido.
Uno de los aspectos más importantes de la ley es la introducción de la obligatoriedad de la utilización de la factura electrónica para las empresas en todas sus transacciones comerciales, ya sea entre empresas privadas o con la propia administración. De hecho, las administraciones ya han implantado desde hace algunos años un sistema de facturación electrónica como, por ejemplo, FACE u otros similares.
Con esta medida tan importante y que se aplicará a nivel nacional sin distinción alguna, el regulador quiere conseguir alguno de estos objetivos:
- Aumentar la transparencia: ya que con este sistema, se reducirán a su mínima expresión aquellas actividades de economía sumergida que tanto daño hacen a la regulación del mercado y al negocio de las empresas.
- Reducir la morosidad: gracias a la factura electrónica, se podrá llevar a cabo mucho mejor el control de los pagos y las deudas entre empresas, reduciendo los plazos de los mismos.
- Reducir costes: principalmente en relación a costes indirectos relacionados con el proceso de facturación y cobro de las empresas.
Otros aspectos a tener en cuenta sobre la Ley
Como decíamos, y aunque para realizar cualquier trabajo comercial con las administraciones públicas ya es obligatorio el uso de la factura electrónica, la entrada en vigor de la factura electrónica tendrá lugar, presumiblemente, en el mes de enero de 2025. Actualmente, y aunque la ley se aprobó hace dos años, estamos a la espera de la publicación del reglamento que definirá la forma de presentación de estas facturas.
No obstante, este mecanismo se introducirá de forma escalonada. En un primer momento, se estima que deban acceder a la misma las empresas con una facturación superior a los 8 millones de euros para, posteriormente, hacerlo extensible al resto de empresas y autónomos.
Una vez que esté implantado de forma definitiva, los sistemas de facturación de las empresas deberán cumplir con los siguientes requisitos:
- Integridad, trazabilidad: las facturas, al emitirse, deben cumplir con unos niveles mínimos de seguridad, que faciliten su control y su gestión por parte de la empresa y su cliente.
- Interoperabilidad de softwares: será obligatorio que el software de gestión de facturas que tengamos implantado, sea compatible con el resto de sistemas de las empresas y la administración.
Dada la importancia de esta gestión, las startups y el resto de empresas, deberán acometer ciertas inversiones para adaptar sus procesos de cobro a esta nueva obligatoriedad. En ese sentido, se pondrán en marcha ayudas y subvenciones de apoyo financiero a las empresas para sufragar dichos gastos.