El liderazgo en la empresa también es necesario evaluarlo. Para ello, se ponen en juego diferentes herramientas desde Recursos Humanos. En este artículo, hablaremos de cómo realizar una evaluación de desempeño para cargos directivos. Aspectos como la comunicación, la motivación y la capacidad de persuasión, así como la organización de tareas y la capacidad para sacar el mayor rendimiento a sus equipos, son algunos de los indicadores de desempeño para cargos directivos.
Características de una evaluación de desempeño para cargos directivos
El seguimiento directivo es un elemento clave en la salud de las empresas. De hecho, sin esta evaluación, el funcionamiento de la compañía puede estar en peligro, ya que la toma de decisiones le corresponde a los directivos y estas también deben someterse a control.
Existen muchos métodos de evaluación de directivos. Pero una de las mejores herramientas para la evaluación de desempeño directivo es la evaluación 360º. ¿Y por qué la conveniencia de su utilización?
Es evidente que el directivo de una compañía establece relación directa o indirecta con un gran número de profesionales, clientes, colaboradores, proveedores y empleados. En ese sentido, la evaluación 360 para cargos directivos nos aportará toda la información necesaria proveniente de cada uno de estos agentes. De esta forma, podremos tener una visión holística y global del desempeño de un director de departamento o un responsable superior.
Pero, ¿cómo evaluar el desempeño de directivos utilizando la evaluación 360? Las etapas que debemos poner en juego para llevarla a cabo con éxito, son las siguientes:
- Definición previa: establecer cuáles son las competencias clave en la evaluación de directivos será esencial para dirigir nuestra mirada y reflexión sobre el desempeño hacia ese lugar
- Recogida de información: generalmente, utilizaremos cuestionarios enfocados a la relación del directivo y su desempeño con cada uno de los agentes
- Síntesis: utilizando sistemas de información cruzada, estableceremos un compendio de todos los registros y una organización de la información consensuada y coherente con los objetivos planteados
- Conclusión: se establecerán los resultados obtenidos en relación con los indicadores de desempeño que se establecieron previamente para ser medidos.
- Plan de acción: esta vez de forma conjunta con el directivo, se establecerá un plan de acción encaminado a mejorar los aspectos más débiles y potenciar los puntos fuertes.
La importancia de la formación en liderazgo
Más allá de los modelos de evaluación para altos cargos y de cómo manejar el desempeño de directivos (aunque directamente relacionado con esto) se encuentra el propio estilo de liderazgo.
Es una cuestión compleja, pues el estilo de liderazgo está muy enraizado con la personalidad de cada jefe, de cada responsable. El autoritarismo, la desconfianza o, por el contrario, las fórmulas democráticas, empáticas y asertivas, se relacionan mucho con la historia, las vivencias y el pasado de cada persona que asume funciones de dirección, algo que no es sencillo de reconducir.
No obstante, las técnicas de coaching ejecutivo, siempre cercanas a los paradigmas del counselling o las terapias psicoanalistas, pueden servir para que un tipo de liderazgo transite a modelos que favorezcan mucho más la expansión personal y profesional de los equipos que dirige. Formación y terapia personal son, por lo tanto, dos de los principales pilares del líder moderno.