El estrés y la ansiedad son dos de los desafíos más significativos que enfrentan los trabajadores actualmente en su entorno laboral, y que cada vez preocupan más a las empresas. Hoy se celebra el Día Internacional de la Salud Mental, un momento ideal para reflexionar sobre cómo las compañías pueden contribuir a crear un entorno laboral seguro y saludable. Fomentar una comunicación abierta, gestionar de manera eficiente la carga de trabajo, respetar el equilibrio entre la vida personal y profesional, y crear un clima de apoyo y reconocimiento son algunas de las estrategias que se pueden poner en marcha desde RRHH, para construir un entorno donde los empleados se sientan seguros y valorados.
La importancia de crear un entorno laboral seguro
El estrés y la ansiedad que sufren actualmente muchos profesionales en su lugar de trabajo afecta también a su productividad y al bienestar general de los equipos. Esto está convirtiendo a la salud mental en un factor clave que las empresas ya no pueden ignorar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral no gestionado correctamente cuesta miles de millones de dólares anuales a las empresas debido a la pérdida de productividad.
Comunicación abierta y apoyo psicológico
Un entorno laboral seguro no solo trata de la seguridad física de los empleados, sino también de su bienestar emocional y mental. Crear un espacio donde las personas se sientan escuchadas, comprendidas y apoyadas tiene un impacto directo en su rendimiento y en la cohesión del equipo.
Según los expertos, la base de este entorno laboral seguro es la comunicación abierta. Los empleados necesitan sentir que pueden expresar sus preocupaciones sin miedo a represalias. Para fomentar esto es importante implementar políticas de puertas abiertas y programas de apoyo psicológico.
Una práctica efectiva es establecer sesiones de retroalimentación periódicas, donde los empleados puedan expresar sus inquietudes sobre la carga de trabajo, sus expectativas y otros aspectos que puedan estar afectando a su bienestar. Además, contar con un servicio de orientación psicológica confidencial puede proporcionar un espacio seguro para que los empleados aborden cualquier problema personal o laboral que les genere ansiedad.
Gestión eficiente de la carga de trabajo
Una de las principales fuentes de estrés en el trabajo es la sobrecarga de tareas y la presión por cumplir plazos imposibles. Una buena gestión de los Recursos Humanos implicaría evaluar continuamente la carga de trabajo de los empleados, para asegurarse de que sea manejable y acorde a sus capacidades.
Los líderes de equipo deben ser conscientes de la capacidad de cada empleado y evitar la sobrecarga. Además, es importante fomentar un enfoque razonable hacia las fechas límite, priorizando el trabajo de calidad sobre la rapidez, y evitando fomentar una cultura de «trabajo hasta el agotamiento».
Crear una cultura de respeto hacia los horarios establecidos, promoviendo el equilibrio entre la vida personal y profesional, también puede contribuir a reducir el estrés.
Fomentar el equilibrio entre la vida laboral y personal
El equilibrio entre la vida laboral y personal es esencial para la salud mental de los empleados. La falta de separación entre el trabajo y la vida privada suele ser una fuente constante de ansiedad, especialmente en un contexto donde el teletrabajo ha difuminado los límites.
Las compañías pueden ayudar a los empleados a establecer límites claros entre el trabajo y el tiempo personal, promoviendo políticas que apoyen la desconexión digital al final de la jornada. También pueden fomentar la flexibilidad horaria y opciones de trabajo híbrido, siempre que la naturaleza del trabajo lo permita, para facilitar a los empleados organizar mejor sus responsabilidades personales y profesionales.
Favorecer momentos para el descanso y la relajación
Fomentar pausas regulares y ofrecer espacios de descanso puede marcar una gran diferencia en la percepción del entorno laboral. Las compañías que respetan los tiempos de descanso de sus profesionales promueven un mejor rendimiento y ayudan a reducir la ansiedad.
Crear áreas de descanso tranquilas donde los empleados puedan desconectar durante unos minutos, o incluso introducir programas como sesiones de meditación guiada o actividades grupales de relajación, puede ser una excelente manera de fomentar el bienestar emocional. También se puede considerar la posibilidad de ofrecer clases de yoga o mindfulness como parte de los beneficios de la empresa.
Formación en inteligencia emocional
Una forma efectiva de empoderar a los empleados para que gestionen mejor su estrés es a través de la formación en habilidades de inteligencia emocional. Estas habilidades les ayudarán a reconocer los síntomas del estrés y la ansiedad en sí mismos y en los demás, promoviendo un entorno donde el bienestar mental sea una prioridad colectiva.
Ofrecer talleres sobre técnicas de relajación, estrategias de resolución de problemas y gestión del tiempo puede dar a los empleados herramientas concretas para enfrentarse a situaciones estresantes de manera más efectiva.
Reconocer y recompensar el trabajo
El reconocimiento laboral juega un papel importante en la reducción del estrés. Cuando los empleados se sienten valorados, su satisfacción y motivación aumentan, disminuyendo la ansiedad relacionada con la falta de apreciación.
Los programas de reconocimiento, tanto formales como informales, pueden ayudar a que los empleados se sientan valorados. Reconocer públicamente el trabajo bien hecho y mostrar agradecimiento puede ser una fuente importante de satisfacción y sentido de pertenencia para el trabajador.
Contar con líderes empáticos
La actitud y el estilo de liderazgo de los responsables directos pueden tener un gran impacto en la salud mental de los empleados. Los líderes empáticos, que se toman el tiempo para escuchar y comprender las necesidades de sus equipos, crean un ambiente de apoyo y confianza.
Desde Recursos Humanos se puede proporcionar formación a los responsables de equipo para que desarrollen habilidades de liderazgo empático, de manera que puedan apoyar a sus empleados durante períodos de alta presión, escuchar sus preocupaciones, y proporcionar la orientación necesaria para manejar situaciones difíciles.
Políticas claras de no tolerancia al acoso y la discriminación
Vivir situaciones de acoso y/o discriminación en el quipo puede aumentar significativamente la ansiedad y el estrés en el trabajo. Para crear un entorno seguro, las empresas deben contar con políticas claras de no tolerancia al acoso y la discriminación, así como establecer procedimientos seguros para la denuncia y gestión de incidentes.
Asegurarse de que los empleados conozcan estas políticas, y se sientan seguros a la hora de denunciar comportamientos inadecuados, es fundamental para el bienestar mental. Un entorno seguro y respetuoso fomenta la confianza, y reduce significativamente la ansiedad relacionada con la incertidumbre de ser tratado injustamente.