La necesidad de adaptarse a escenarios complejos obliga a las empresas a tener una fisionomía cada vez más flexible. El núcleo del negocio, el core business, queda reducido a lo esencial y con las actividades más periféricas como la selección de personal o la atención al cliente se recurre a la subcontratación. ¿Qué razones llevan a las empresas a tercerizar determinados servicios?
Los servicios con mayor subcontratación
El número de servicios que subcontratan las empresas aumenta de forma significativa cada año. Se universalizan los servicios de limpieza o la seguridad, pero es cada vez más frecuente que las nóminas, la planificación de horarios o el marketing los lleven empresas especializadas ajenas a la compañía.
La búsqueda permanente de la máxima productividad hace que los negocios recurran al desalojo del lastre suficiente de manera que les permita optimizar su capital humano en apertura de líneas de negocio alternativas, exploración de nuevos nichos de mercado o en I+D. Dejan de asumirse por parte de la estructura las actividades más generales. Éstas se llevan gran parte de los recursos de tiempo y talento de trabajadores especializados que podrían, de otra manera, dedicarse a la actividad nuclear del negocio.
Subcontratación puntualmente o para siempre
Pero también se tercerizan servicios especializados imprescindibles para ser competitivos como la visibilidad y la reputación en redes sociales o de cambio como la digitalización del negocio. Servicios para los que tendrían que recurrir a la contratación de profesionales que pasaran a formar parte del personal o la formación o que exigirían de la actualización constante de la propia plantilla, con el consiguiente aumento de costes.
La subcontratación de servicios también puede ser de carácter temporal. Puede hacerse de forma puntual, por ejemplo, cuando se produce un pico en la carga de trabajo que requiera de más personal o para reforzar una campaña. Pero también se recurre a ella de forma permanente para dar un servicio concreto a lo largo de todo el año. Esto es habitual en los servicios de limpieza o de recepción y control de accesos.
¿Qué lleva a las empresas a tercerizar?
Preguntadas sobre los motivos que las llevan a subcontratar, un 27,4% de las empresas explican que deciden externalizar determinados servicios porque les dota de flexibilidad tanto en la parte de operaciones como en la de servicios, según la VII Encuesta Adecco Outsourcing sobre Externalización. Un 20,6% recurre a la externalización porque cree que mejora su productividad. El 11,8% pone en valor la mayor accesibilidad a talento especializado que de otra manera sería más costoso.
Cuando una empresa quiere crecer necesita ganar ligereza y dinamismo. Encargar a otras determinadas tareas que sostienen el día a día pero que son más genéricas es necesario para dar impulso a los procesos más innovadores.
No obstante, algunas empresas tienen reticencias a la hora de subcontratar servicios. Las principales barreras se encuentran en el temor a una pérdida de la dirección y el control del proceso (15,17%), el choque con la propia cultura de la empresa (14,6%), por la desconfianza en la mejora de calidad (11,9%) o por la conflictividad laboral y sindical que este método pudiera generar (10,5%).
Algunas referencias de tercerización en Europa
En la Encuesta Europea de Empresas 2019, elaborada por Eurofound y Cedefop se diferencia entre colaboración y subcontratación. La colaboración tendría que ver con actividades donde la empresa que contrata participa en la prestación del servicio junto con la empresa contratada. En la subcontratación la empresa contratante delega la tarea por completo. Según esto, en España el 25% de las empresas consultadas tiene una relación colaborativa con la empresa contratada. Y se subcontratan el 8% de los servicios. En Europa, el 69% de los gerentes afirmó que su empresa estaba involucrada de uno u otro modo en la producción o prestación de servicios. Solo se subcontrata el 4% de media.