El futuro es ahora. El metaverso está llegando a borrar la línea entre entorno digital y analógico. La frontera es un continuum y el consumo o los valores de mercado crecen en la virtualidad. Este desarrollo de la transformación digital afecta a los departamentos de recursos humanos. Entre las ventajas para la gestión de los equipos que ofrece el metaverso laboral destaca la optimización de tiempo y recursos para el reclutamiento y el aumento de opciones para la formación.
Actualidad del metaverso laboral
Aunque el nombre de metaverso se ha popularizado por la propuesta de Mark Zuckerberg, quien acuñó el término fue el escritor de ciencia ficción Neal Stephenson en su novela Snow Crash. Por resumir, el metaverso se refiere al espacio virtual que puede recrear distintos lugares, como el laboral, y permite la interacción entre usuarios conectados, simulando un entorno 3D, incluso con contacto visual.
Su aplicación en el ámbito laboral es una realidad en desarrollo. La gamificación, por ejemplo, ya está en el mercado. La empresa Nawaiam de recursos humanos está ofreciendo una nueva forma de seleccionar al personal por medio de un videojuego, donde los candidatos tienen su avatar. Son jugadores, se desenvuelven y demuestran sus habilidades. En esta línea, la reflexión ética en el entorno digital, ya hace tiempo que ha llevado a empresas a establecer un decálogo para su imagen en la intranet, en perfiles internos o en redes sociales laborales.
En las últimas décadas de digitalización y transformaciones digitales ha quedado claro que en todo cambio, la transformación cultural es un eje crítico para el éxito. Sin embargo, en este proceso de transición uno de los asuntos que debes contemplar con detalle es la legalidad. La actual ley laboral está en desarrollo para atender necesidades prácticas como el trabajo deslocalizado, para diferentes empleadores en distintos países con diversas normativas. Incluso combinando trabajos por cuenta ajena y autónoma o en físico y en remoto.
Ventajas del metaverso para recursos humanos
En primer lugar, es necesario distinguir entre workplace y workspace, porque ambos conceptos se retroalimentan en el metaverso. El primero se refiere al entorno físico, analógico en el que se desarrolla la actividad laboral. El segundo, al contexto digital o virtual. A la hora de diseñarlos debes partir de la experiencia del empleado, para que ambos funcionen potenciando la productividad, la colaboración, el engagement y el branding.
El pilar fundamental de la agilidad dice: “Personas e interacciones por delante de procesos y herramientas”. La ventaja del metaverso laboral en este sentido es que puedes optimizar tiempo y recursos en el proceso completo de reclutamiento. Aunque el beneficio del que más se habla es a nivel de formación y aprendizaje. No solo por poder contar con expertos a nivel global, sino por la motivación producida por la inmersión del metaverso. El ejemplo más famoso es el de una persona que esté aprendiendo a pilotar un avión o a realizar una intervención quirúrgica. Con esta tecnología puede ensayar sin riesgos.
Finalmente, al simular una experiencia analógica sin costes físicos, como el lugar o los desplazamientos, aunque sí tecnológicos, desde el departamento de recursos humanos puedes optimizar los tiempos de la gestión de equipos. En el metaverso se visibiliza la compatibilidad de los perfiles, y los puedes llegar a conocer de manera eficiente y precisa.