Equipo probando la nueva estrategia de gamificación en la empresa

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Implementando la gamificación en la empresa: guía paso a paso

La gamificación en la empresa puede ser un método muy útil y de probada eficacia para aumentar el compromiso y la motivación de los empleados. Aunque no para todas las organizaciones ni para todas las ocasiones.

A continuación verás en qué consiste exactamente y cómo puedes lograr implementarla en tu organización.

¿Qué entendemos por gamificación en la empresa?

Aunque pocos usuarios lo sepan, los famosos juegos Solitario y Buscaminas no fueron desarrollados por Microsoft a principios de los años 90 con el objeto de entretener a los primeros usuarios de Windows.

En aquella época, el uso del ratón era algo novedoso y a través de aquellos son sencillos entretenimientos, toda una generación de usuarios aprendió a arrastrar y soltar y el uso de los botones izquierdo y derecho.

Se trata de un ejemplo clásico de gamificación orientado a los adultos que ilustra perfectamente sus mecanismos. Esto es: el juego nos motiva a las personas aprender de forma más rápida y efectiva.

En el ámbito de las empresas, la gamificación o ludificación (que es término admitido por la RAE) tiene por objeto implicar a los trabajadores en un proceso de aprendizaje menos tedioso a través de las técnicas del juego.

No es difícil deducir cuáles son los beneficios de la gamificación en el trabajo. Una persona que se encuentra motivada en su entorno laboral siempre será mucho más productiva que aquella para la que supone un enorme esfuerzo acudir a la empresa cada día.

A través de las estrategias de gamificación empresarial, hay un enorme abanico de áreas que pueden resultar mucho más agradables para la plantilla:

La definición de los objetivos

Cuando hablamos de gamificación en la empresa no se trata de “jugar en el trabajo”. Se trata de aplicar los entornos lúdicos de los juegos y las técnicas de estos para lograr un fin acorde con los objetivos y cultura de la organización.

Así que lo primero será, que duda cabe, identificar esos objetivos. Es decir, qué necesidades de nuestra organización son las que tenemos que cubrir.

El diseño del sistema de gamificación

Una vez tengas claro que la ludificación de determinados procesos es tu mejor opción, debes diseñar con cuidado cómo lo vas a aplicar.

Por ejemplo, puedes implementar sistemas de puntos, rankings y recompensas asociadas a los logros. Se puede usar el rol playing, en el que cada empleado asumirá un papel prefijado, o se puede implementar una aplicación online.

De hecho, existen plataformas de gamificación especialmente diseñadas para este fin, como Kahoot, Plikers o Symbaloo. Están a disposición del departamento de Recursos Humanos si tu organización está interesada en las prácticas de gamificación corporativa.

También se puede optar por el desarrollo de una plataforma específica, más acorde con los objetivos de tu empresa.

Sin embargo, no debes perder nunca de vista que la gamificación en la empresa no es un fin en sí mismo. Y tampoco será aplicable en cualquier entorno.

Lanzamiento y seguimiento

Cuando ya esté listo el juego, cualquiera que sea la forma que hayas decidido que vaya a adoptar, debes anunciarlo a la plantilla y lanzarlo.

El trabajo de Recursos Humanos no acaba ahí. Debes hacer un seguimiento y monitorizar el seguimiento por parte de los trabajadores de la empresa. Siempre sin perder de vista los objetivos de los que se hablaba más arriba.

Evalúa y mejora

La realidad en cualquier organización es cambiante siempre y tu sistema de gamificación siempre será suceptible de mejorar. Toma buena nota del feedback que te proporcionen los empleados y directivos de los diferentes departamentos. Eso te ayudará a mejorar continuamente.

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