Una de las preocupaciones respecto a la formación y capacitación del personal es cómo motivarlos para rentabilizar el aprendizaje. A menudo la que se imparte en remoto carece de los estímulos de la presencial y dificulta la adquisición de nuevos conocimientos. Utilizar los videojuegos, la gamificación y los serious games está resultando ser una solución que aumenta el impacto y la productividad de los empleados que ya han realizado estos programas.
Aprender con videojuegos
La capacitación debe adaptarse a su alumnado, en este caso, a las nuevas generaciones que han crecido en entornos virtuales. Ya es tiempo de romper con el mito de que los videojuegos solo sirven para distraer o entretener. Como todas las herramientas tecnológicas, pueden desarrollarse para funcionar con fines pedagógicos.
De hecho, empresas como INDRA ya han compartido el éxito que han alcanzado en programas de serious business games. Desde la afirmación de usuarios que habían aprendido idiomas nuevos mientras participaban en juegos, decidieron innovar. Su experiencia es que los empleados hacen la traducción de lo aprendido para aplicarlo en el mundo real. Y para alcanzar esta experiencia exitosa es necesario que, mientras juegan, pongan en práctica sus habilidades.
Algunos de los ejemplos de videojuegos que utiliza Game Learn, que está posicionada como empresa de referencia para ofrecer este servicio, son estos: Pacific, Navieros (negociación y resolución del conflictos) y Triskelion (productividad y gestión del tiempo).
La capacitación no se limita al aprendizaje de cualidades técnicas, sino que uno de los objetivos del departamento de recursos humanos es lograr que toda la plantilla se implique en la cultura y la misión de la empresa. A través de los videojuegos es una eficaz y divertida manera de comunicar el mensaje. En Michelin, por ejemplo, destacan que la tasa de fidelización es muy alta. Aunque al principio cueste integrarlo como formación laboral, finalmente “engancha” y lo aprendido perdura en el tiempo.
Capacitar en soft skills
Para la capacitación en soft skills como la asertividad, la competencia negociadora y el acierto en las decisiones son un gran entrenamiento, un espacio de acción sin riesgos, que cuenta con la ventaja de que se disfruta, es decir, no supone un esfuerzo aparente. Los videojuegos son visualmente atractivos y dinámicos, por lo que se consideran motivadores en sí mismos. Y se incrementa el número de empleados que pueden recibir la formación de manera simultánea.
La plantilla manifiesta unos lazos más fuertes de compromiso con la empresa al disfrutar en el proceso de reskilling y upskilling mediante la gamificación. Además la recreación contribuye a incrementar su desempeño y productividad. En este sentido, a su vez, facilita la labor del departamento de recursos humanos puesto que puede supervisar la interacción y así diagnosticar alguno de los aspectos del clima laboral.
Por último, cabe destacar que los videojuegos colaborativos, especialmente, desarrollan la comunicación, el pensamiento crítico y la perseverancia. La complejidad creciente de las tareas a las que se enfrenta la plantilla hacen que la solución óptima venga del trabajo en equipo, contando con un buen liderazgo.