La mala conducta laboral supera la expresión de un rasgo de carácter o del clima laboral. Su principal amenaza es que es muy contagiosa y liderar esta situación es clave para el bienestar de la plantilla. Ignorar el problema no va a solucionarlo. En ocasiones, algunos empleados desarrollan conductas dañinas o molestas hacia otros compañeros o manifiestan mala praxis con la empresa. Sigue esta checklist para detectar la mala conducta y lee algunos consejos para abordarla.
Tópicos de la mala conducta
En primer lugar, es fundamental que distingas entre mala conducta y persona conflictiva. La mala conducta puedes localizarla en comportamientos o situaciones que son más bien signos o señales de atención, es decir, reacciones que se derivan de otra circunstancia o que pueden darte valiosa información para la gestión del equipo. Etiquetar como persona conflictiva a alguno de los trabajadores implica un rasgo psicológico del perfil y requerirá un tratamiento distinto.
Dentro de tu Project Management Plan has tenido que incluir los supuestos de falta de compañerismo o mala conducta por parte de algún empleado. Muchas de las situaciones comprometidas en la gestión de equipos se evitan con una correcta definición de las tareas que se esperan de cada rol. Sin embargo, ten en cuenta esta checklist de malas conductas que hagan saltar la alarma y activar el protocolo de actuación:
- Actitud discriminatoria hacia otra persona.
- Provocaciones y cotilleos.
- Ausencia de higiene personal y del entorno compartido.
- Pequeñas infracciones que se acumulan en el tiempo como faltas de respeto o menosprecio, quejas o manipulaciones.
- En remoto, se manifiesta de otra manera como no apagando el micro o quitando la cámara cuando habla otra persona.
- Apropiarse del trabajo de otro compañero.
- Faltas graves: acoso, coacción, maltrato psicológico.
Consejos para abordarla
Si has detectado algunos de los comportamientos o rasgos anteriormente mencionados, es el momento de tomar cartas en el asunto, antes de tener que llegar a extinguir la relación laboral. Sigue estos consejos para liderar los desequilibrios que puedan generar en la plantilla la mala conducta:
- Realiza estudios periódicos del clima laboral en todos los niveles de la organización.
- Detalla en el plan de acogida del onboarding las conductas que son tolerables y las líneas rojas, también en cuanto a comentarios y actitud.
- La observación es clave. Un buen liderazgo manifiesta instinto y capacidad de visualizar el foco del conflicto.
- Registra y documenta las pequeñas infracciones de cara a evaluar el conjunto global.
- Crea un sistema de alerta o denuncia como un buzón online.
- Practica la comunicación directa y asertiva, basada en datos objetivos.
- Busca llegar a un acuerdo desde la confianza y la transparencia. Recurre a la figura del mediador en el caso de que se estanque la negociación.
- Evita tratar temas “en caliente”. Espera el momento adecuado donde ambas partes estén sosegadas, para diagnosticar la mala conducta y buscar soluciones.
Un liderazgo exitoso ofrece ayuda para reducir las malas conductas en lugar de establecer un sistema de castigo. Este es el último recurso para situaciones graves.