El mundo del liderazgo ejecutivo en España está viviendo un momento de inflexión. Así lo revela el nuevo Estudio de Compensación y Motivaciones para el Liderazgo 2025 de Page Executive, que ha arrojado una cifra inquietante: seis de cada diez directivos españoles prevén cambiar de empresa en los próximos cinco años.
Este dato no es aislado. Se enmarca en una tendencia global, donde el 46% de los líderes a nivel internacional también contempla un cambio a medio plazo. Sin embargo, el caso español destaca por su intensidad. ¿Qué hay detrás de este fenómeno?
La insatisfacción y el salario, en el centro del problema
Los dos motivos principales que explican esta alta intención de rotación son la insatisfacción con la posición actual (82%) y el salario (67%). A pesar de los esfuerzos que muchas empresas están haciendo por ofrecer compensaciones más competitivas, solo el 49% de los directivos en España se declara satisfecho con su paquete retributivo total.
Este dato resulta llamativo, especialmente si tenemos en cuenta que España ha avanzado notablemente en aspectos como la retribución variable. De hecho, el 90% de los directivos recibe algún tipo de incentivo ligado al rendimiento, superando la media global. Además, la mitad afirma haber recibido una retribución variable mayor que el año anterior, y un 57% espera que siga aumentando.
Entonces, ¿Por qué no es suficiente?
Más allá del salario: lo que buscan realmente los directivos españoles
Uno de los datos más significativos del informe de Page Executive es que la compensación económica, si bien sigue siendo clave, ya no es el único factor decisivo para retener al talento de alto nivel. Los directivos valoran cada vez más aspectos como el bienestar personal, el propósito profesional y el desarrollo continuo.
El 61% de los líderes españoles quieren seguir desarrollándose profesionalmente, mientras que un 33% da prioridad a su bienestar personal. Las prácticas más extendidas entre los directivos para alcanzar este equilibrio incluyen el ejercicio físico (78%), compartir tiempo de calidad con familia y amigos (76%) y una alimentación saludable (55%).
Este cambio de paradigma está llevando a muchas organizaciones a replantearse sus políticas de talento. Los líderes del futuro no solo quieren liderar empresas, también quieren liderar sus vidas con sentido y salud.
El reto de las empresas: rediseñar su propuesta de valor
En este nuevo escenario, la retención del talento ejecutivo se convierte en un verdadero desafío estratégico. Como apunta Anthony Thompson, CEO de Page Executive: «En un entorno donde el liderazgo es clave para el éxito, las empresas deben redoblar sus esfuerzos para comprometer, motivar y recompensar adecuadamente a sus líderes».
Desde Page Executive proponen cuatro pilares fundamentales para establecer una estrategia efectiva de fidelización del talento directivo:
- Reforzar la satisfacción y reconocimiento en los roles de liderazgo, ofreciendo autonomía y oportunidades de crecimiento profesional.
- Impulsar la flexibilidad: tanto en las condiciones de trabajo (teletrabajo, jornadas híbridas) como en los beneficios sociales (paquetes adaptables a las necesidades personales).
- Ofrecer beneficios clave, como seguro médico privado (ya presente en el 72% de los casos), vehículos de empresa, o planes de pensiones complementarios.
- Impulsar las soft skills, especialmente aquellas vinculadas al liderazgo en contextos complejos: inteligencia emocional, pensamiento estratégico y resolución de problemas.