Para cualquier profesional que trabaje en RRHH, es imprescindible saber diferenciar los conceptos que intervienen en el cálculo de nóminas. Aspectos como la remuneración o devengo, la retención, las deducciones a la Seguridad Social o el pago de horas extras son esenciales para elaborar y leer el documento correctamente. En este artículo, analizaremos los impuestos sobre la nómina y su estructura básica para llegar al concepto de salario neto o liquidación salarial.
Guía básica para el cálculo de nóminas
Aunque cada empresa, gestoría o profesional jurídico encargado de esta área puede elaborar una nómina de forma distinta, existen elementos claves que son comunes en todas ellas. Estos conceptos serían los siguientes:
- Devengos: son las percepciones salariales establecidas por contrato en función del Convenio colectivo o la normativa correspondiente. Estas percepciones pueden ser, a su vez, de dos tipos:
- Salariales: Entre ellas, las más habituales son el salario base, el complemento de antigüedad o las pagas extraordinarias.
- No salariales: no forman parte del salario y se pagan en circunstancias especiales o por ofrecer una compensación o mejora de algún tipo. Algunos son las dietas, el plus de transporte o los gastos de locomoción.
- Deducciones: Son las aportaciones que, directamente de su salario, realiza el trabajador a la caja común de la Seguridad Social. Se descuentan del sueldo y se desglosan en deducciones por contingencias comunes (para cubrir situaciones de enfermedad común), desempleo (en caso de quedar en paro), incapacidad temporal (por accidente de trabajo) o formación profesional (para la realización de cursos). Suele estar en el 6,7% de la base de cotización.
- Retención: Anualmente en la Declaración de la Renta, todos debemos tributar a Hacienda una parte de nuestro rendimiento económico. Sin embargo, mes a mes, se va descontando en nómina esta retención.
- Líquido a percibir: Es la cantidad neta que percibe el trabajador una vez descontadas las deducciones y retenciones de los devengos.
- Bases de cotización: Son las remuneraciones mensuales brutas que recibe un trabajador. En ellas se incluyen las pagas extras prorrateadas, las horas extraordinarias y las vacaciones no disfrutadas. Las bases de cotización determinan, entre otros aspectos, las cantidades a percibir en una situación de incapacidad temporal. También influyen en las percepciones que se reciben en el momento de la jubilación.
Otras claves a tener en cuenta desde RRHH
Además de los conceptos comunes a todas las nóminas, es importante que el profesional de recursos humanos tenga en cuenta otros aspectos menos habituales pero que afectan de igual forma a esta tarea de cálculo y registro de nóminas.
Elementos como los anticipos, los bonus o las gratificaciones extraordinarias, así como todos aquellos que forman parte de los beneficios sociales o del llamado salario en especie, deben calcularse e incluirse correctamente sino queremos equivocarnos y provocar situaciones complicadas con las nóminas de los trabajadores.
Por ello, hoy en día existen numerosas aplicaciones y programas que, además de estas particularidades, tienen en cuenta otros elementos relacionados con las características del propio trabajador y que son también determinantes en el cálculo de la nómina.
Por ejemplo, la categoría profesional o los períodos de baja también pueden incorporarse a dichos software, para realizar correctamente esta gestión de salarios.
Estos programas, contienen también los códigos numéricos asociados a estos conceptos y con los que se elabora una nómina. Los grupos son los siguientes:
- Códigos del 001 al 399: agrupan los conceptos que cotizan y tributan al IRPF, como el salario base.
- Del 400 al 449: los que cotizan a accidentes y también al IRPF.
- Del código 450 al 599: solo tributan al IRPF.
- Del 600 al 699: conceptos que ni cotizan ni tributan, como las dietas.
- Del código 700 al 799: los descuentos, principalmente.
- Del 800 al 999: para cálculos internos, como las bases anteriormente descritas.