Entre los aprendizajes más relevantes para las empresas en gestión del talento habrás observado que la flexibilidad, la adaptabilidad al cambio, la comunicación y la digitalización están en lo más alto de la lista. El modelo híbrido y la implantación del trabajo por objetivos gana terreno día a día. Conciliar y optimizar el tiempo de reuniones, con el daily meet es otra clave. Finalmente, la formación continua va a ser un must para una plantilla ágil y productiva.
Lecciones sobre gestión de talento
Para las empresas que crecen, el liderazgo en la gestión del talento es la clave del éxito. Tras la crisis derivada de la pandemia, ya no se trata tanto de acertar en el proceso de selección del personal. Más bien se necesita diagnosticar y diseñar las competencias o skills que requiere la compañía en este momento.
Porque el 7 es un número importante, aquí tienes estas lecciones destacadas para optimizar la gestión del talento este otoño:
- Flexibilidad: tanto geográfica como en la jornada, teniendo en cuenta que la conciliación entre el ámbito profesional y el personal es uno de los rasgos más valorados por los millennials a la hora de elegir una empresa.
- Adaptabilidad al cambio: con equipos inclusivos y diversificando tanto las actividades o procesos como los tipos de contratos.
- Comunicación: siempre necesaria pero ahora fundamental en el modelo en remoto o híbrido para fomentar la cohesión en el equipo y el correcto flujo de mensajes y tareas.
- Digitalización: desde el inicio de la selección hasta la despedida de un trabajador pasando por las tareas diarias, las herramientas tecnológicas han crecido y las IA, la automatización y los chatbot, forman parte del día a día.
- Trabajo por objetivos: como parte de la flexibilidad y gestión del cambio, así como la innecesaria presencialidad, la distribución de tareas y roles en los equipos se orientará a la consecución de metas dentro del marco de un proyecto. Es la hora de desprenderse de capas innecesarias y dejar paso al talento eficaz, comprometido y que da resultados.
- Reuniones diarias: para agilizar el trabajo en remoto de manera coordinada y sin consumir tiempo aprovechable en reuniones infinitas, que dominaron las jornadas al principio de la pandemia.
- Formación: reciclar a la plantilla es la condición de posibilidad para poder garantizar un plan de carrera y promoción interna dentro de la compañía. Y contar además con un equipo competitivo que apoye en la supervivencia de la empresa.
La pandemia ha acelerado la digitalización
Mucho se ha escrito sobre la transformación digital, con su polémica asociada. Pero en lo que no hay debate es en la rapidez con la que se han abrazado metodologías y herramientas virtuales. Por ejemplo, las plataformas de comunicación en remoto, y digitalizado la gestión del talento promoviendo el modelo híbrido.
Para los nuevos managers que vayan a liderar equipos en remoto o híbridos, la empatía y la comunicación serán skills imprescindibles. Será su responsabilidad garantizar el derecho a la desconexión de sus trabajadores así como el vigilar la intimidad tras las “ventanas” a entornos privados que se abren por las webcam en las reuniones.
Por último, la soledad y el aislamiento al no compartir un espacio físico ha despertado las alarmas de los departamentos de prevención y riesgos laborales. Cuidar la salud mental de los empleados y ofrecer afterworks ya es muy valorado en la employee experience.