Una de las mayores dificultades en la gestión de equipos a distancia es mantener o aumentar la productividad. Disponer del tiempo de traslado debería ser una oportunidad para aprovecharlo en esta dirección. Sin embargo, la realidad es que el escenario es nuevo y hay que liderar el cambio poniendo el acento en el aprovechamiento de las tecnologías, en la experiencia del empleado y en el bienestar laboral, íntimamente ligado.
Aumentar la productividad en remoto
Con la incertidumbre, el estrés y sin el contacto social del lugar de trabajo, útil para la contención de estas emociones negativas, es posible caer en un estado psicológico inapropiado para trabajar. Si eres de los que han dado el salto a trabajar desde casa, o tienes empleados en tu organización en esta situación, lo primero es asegurarse de que las condiciones laborales son las mejores para poder realizar las tareas que necesites.
Fija un espacio
Cuando Virginia Wolf hablaba de la exigencia de un cuarto propio para poder escribir se refería a esto. La realidad es que no siempre se dispone de una puerta que separe de la casa o espacio en remoto. Es importante que el resto de personas con las que se cohabita identifiquen un lugar como “zona de trabajo”.
Dispositivos adecuados
Asegúrate de que cada empleado cuente con las herramientas necesarias para sentirse productivos y conectados. Es clave identificar qué se echa en falta en la recreación del puesto de trabajo en el entorno doméstico.
Ajustar la “rutina de ir a trabajar”
Para cada persona se expresará en un horario determinado, o en vestirse de manera formal, o quizá en la flexibilidad necesaria para conciliar con las necesidades de los menores a su cargo.
Límites
De nuevo la importancia de los descansos como si estuvieras en el lugar de trabajo, o fijar la hora de fin de jornada, es clave para garantizar el bienestar laboral y, por tanto, la productividad. El límite también puede ser sonoro, es decir, quizá algún empleado necesita disponer de auriculares que le aíslen del ruido del lugar desde donde se trabaja en remoto.
Formación y documentos en línea
Ahora más que nunca la formación en competencias digitales, especialmente para trabajar sobre documentos en la nube o pizarras compartidas, es un factor clave para evitar un impacto negativo en la productividad. Vincula estos aprendizajes también a la trayectoria del empleado dentro de la organización. Mejorar su employee experience hará aumentar la productividad también en remoto.
El distanciamiento social no implica estar aislado
Es más, ofrece a tu plantilla maneras de estar en contacto:
- Genera desafíos virtuales: por ejemplo, manda por mail una información y fecha límite para cumplimentar un juego o tarea. Luego habrá una recompensa.
- Implementar un programa de coaching: mentoría que sirve para reconocer la potencial ambición de cada trabajador.
- Diversión en línea: clave para sobrellevar la distancia social y la ausencia de contacto estrecho. Propón juegos colaborativos, bien por ordenador o una aplicación móvil.
- Ofrece actividades físicas para que cada empleado mejore su salud desde su espacio remoto: clases de yoga o de mindfulness.
Cuida la comunicación virtual
A estas alturas de la pandemia, quizá esto que sigue sobra, pero es que ¡aún ocurre! El micrófono debe estar silenciado mientras no hables y existe un turno de palabras. El ruido ambiente y que se solapen las voces genera interferencias y desmotiva para la participación.