Las cosas suceden, de una manera u otra.
De un tiempo a esta parte, he venido experimentando en mis propias carnes las ventajas de estar bien relacionado en mi red favorita: Twitter. La gente común, lo cotidiano, los amigos que vas haciendo a lo largo de tu periplo virtual, son tus mejores valedores y los más interesantes puntos de referencia.
Las redes sociales se han convertido en el paradigma de la comunicación. No me refiero únicamente a Twitter, sino a todas en particular, pero sobre todo en su conjunto. Es tal su poder de convocatoria, y su potencial de uso, que los principales navegadores de Internet (los programas de los que nos servimos para acceder a información en la red) han empezado a desarrollar en serio aplicaciones y gadgets (artilugios) para aprovecharlas al máximo.
Lo ideal no es contar con una única red social. Desde mi punto de vista, aconsejo disponer de al menos tres de ellas, para poder ampliar nuestro círculo de influencia.
El objetivo es el de conseguir interactuar con nuestro posible público objetivo en todas ellas, tratando de ahorrar esfuerzos y de optimizar el tiempo.
Hace una semana impartía un curso de redes sociales in-company para una empresa de Valencia. Mis alumnos han sido jóvenes que rondaban los treinta años. Avezados en el manejo de las herramientas informáticas, y duchos en cuanto al conocimiento de las redes sociales.
La mayoría de ellos cuenta en la actualidad con un perfil de Twitter, y casi todos con otro de Facebook. Es lo normal. Lo habitual. Lo que suele verse en casi todas partes.
Pero manejarlos con habilidad, y sobre todo con productividad es otra cosa.
De Twitter, lo que interesa es el conocimiento puro y duro. Su diversidad de información y su accesibilidad a cualquier tipo de contenido. Se nota que me gusta el microblogging, que es como se denomina a esta red social.
Bien. En Twitter hay que tener claro que primero debemos de buscar gente que nos interese por lo que nos pueda aportar. Si hablamos de #empleo, yo lo primero que haría sería una búsqueda de esta palabra y esperar a ver qué encuentro. Del total de usuarios que vea, es interesante no sólo ver qué han escrito sobre el tema, sino también dedicar un poco de tiempo a ver sus perfiles, y lo que han escrito en sus muros o líneas de tiempo.
De este modo podemos saber si son usuarios que: 1. tienen información relevante; 2. tienen acceso a información de primera mano, y la retuitean o divulgan; 3. si ofrecen consejos sobre currículos, entrevistas de trabajo…
El elenco de personajes es muy variopinto. Lo normal es empezar a agregar a unos pocos e ir mirando tanto a quiénes siguen como quiénes les siguen. Esto nos va a dar una información muy importante sobre a quién seguimos. Tened en cuenta que la persona a la que sigamos publicará en nuestra línea de tiempo sus comentarios, que serán los que habitualmente leamos con más asiduidad.
Listas inteligentes para Twitter: no sigas a todos, no es obligatorio
Lo ideal no es tener a muchas personas a las que seguir, si es que sólo queremos usar Twitter para buscar #empleo. Realmente sirve para mucho más, pero cuando aprieta la preocupación, nos dedicamos realmente a lo básico. Recomiendo esto porque de seguir a mucha gente, si escriben o actualizan muy a menudo, apenas sí tendremos tiempo de ver lo que digan. De todos modos, es raro que todos estén conectados al mismo tiempo.
Si queréis un consejo, os recomiendo que en Twitter os creéis listas. Es como organizar contactos en Facebook, pero sin tener la obligación de seguirlos. El funcionamiento es muy sencillo. Si buscamos #empleo, obtendremos un resultado con varios usuarios desplegados contando sus historias del momento. Si, por ejemplo, no queremos seguir a un portal de empleo, pero queremos poder acceder a la información que proporcione, basta con hacer click en su nombre de usuario, para que accedamos a parte de sus actualizaciones. Si nos fijamos, en la parte derecha, tenemos la posibilidad de configurar unos parámetros, y de agregarlo a una lista.
Si no tenemos una creada, no pasa nada. Podemos crearla en el momento. La llamamos Empleo, y ya tenemos claro para qué va a ser. Así, cuando encontremos un usuario que comente cosas interesantes de empleo, pero que no queramos seguirlo (razones las hay para ello), será suficiente con agregarlo a esa lista. Y cuando nosotros, o cualquiera, acudamos a esa lista (que es nuestra, bueno, vuestra, que no mía), veréis cómo rápidamente se actualizan los más recientes mensajes de todos los usuarios que están incluidos en ella. Si tratara sobre Empleo, de un vistazo accederíamos a un listado de comentarios (no voy a decir ofertas) sobre empleo.
Las listas las puedes compartir, y son abiertas, si así lo deciden quienes las crean. Esto quiere decir que puedes acceder a ellas sin que tengas que agregarte como seguidor, de la persona que las hizo. Tú mismo podrías estar en una lista sin saberlo, porque tus comentarios les resultan interesantes a una persona. O porque, por ejemplo, te hayan incluido en una lista de Buscadores de empleo para saber cómo te vas moviendo por Twitter.