En la actualidad, se está detectando una sobrecarga colaborativa importante en los equipos. Deriva de un aumento del trabajo colaborativo, hasta límites que pueden llegar a afectar la salud de los empleados, si no se presta atención a la forma de hacerlo. La necesidad de reconocimiento o la promoción de una horizontalidad mal entendida son algunas de sus causas. Para evitarlo, es importante que desde el departamento de recursos humanos se vigile la distribución de los tiempos y del trabajo que realiza cada componente del equipo. Marcar límites puede mejorar la funcionabilidad de la plantilla y evitar situaciones de estrés.
Causas de la sobrecarga colaborativa
La principal causa de la sobrecarga colaborativa es la perversión de la deriva etimológica del verbo co-laborare hacia una exigencia de participación o autoxigencia de reconocimiento. En su origen, este término significaba “trabajar juntos en un proyecto”. Pero la inmediatez en los tiempos de respuesta del resto del equipo o las posibilidades infinitas de interacciones generan estrés. Además restan eficacia y horas reales para profundizar en las tareas o reflexionar en la estrategia.
De la misma manera que en trabajos de cara al público debes reservar espacio de la jornada para el back-office, a veces hay que renunciar a algunas demandas de colaboración. En ocasiones, un trabajador puede mejorar su autoestima en función de lo útil que es para sus compañeros. Es decir, respondiendo a sus demandas se siente mejor. Pero sin embargo, abandona o retrasa su propia trayectoria profesional. Y en determinados contextos puede impactar negativamente también en la consecución de los objetivos grupales.
Si no le da tiempo a terminar sus tareas en el horario laboral, se verá en la obligación de llevarse trabajo a casa. Este es el caldo del cultivo para el estrés y sus malas consecuencias. Por eso, desde el departamento de recursos humanos es importante vigilar la distribución de los tiempos. Marcar el límite ante el exceso de colaboraciones puede mejorar la funcionabilidad de la plantilla.
Cómo distribuir mejor el trabajo
Evitar el burnout es uno de los principales objetivos de superar la sobrecarga colaborativa. El exceso de comunicaciones, sobre todo de videollamadas y mails o mensajes instantáneos, ha derivado en malestar laboral.
Para distribuir de manera más eficaz el trabajo manteniendo el formato horizontal de un equipo cohesionado existen diversas estrategias:
- Revisa las últimas reuniones y comunicaciones grupales, por ejemplo del último mes, y elabora una lista de prioridades. Busca eliminar todas aquellas interacciones que no aporten al crecimiento profesional y puedan ser absorbidas por otros canales.
- Sírvete de las soluciones informáticas colaborativas, como los documentos en línea o las pizarras de la nube.
- Comunica tu situación y tus deseos. Por ejemplo, aclara a tus colaboradores que no vas a participar en grupos de mensajería instantánea ni en correos electrónicos colectivos. Y que no lo haces no por falta de interés sino por una gestión eficaz de tu tiempo y energía.
- Rota los roles y las responsabilidades de los trabajadores en la medida de lo posible. Así cada cual puede empatizar con los tiempos de los demás.