Conseguir una buena red de talento y contactos lleva tiempo. Para construir una comunidad de talento hay que ser paciente, se necesita observar, detectar, identificar y evaluar los conocimientos y habilidades de las personas sabiendo que recogerás beneficios a medio-largo plazo, con la certeza de que el esfuerzo merece el tiempo. Desarrollar el talento siempre vale la pena.
Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de cuidar el talento «de casa» que trabaja cada día para la compañía. Un buen jefe no debería dejar ir a su gente, la debe formar. Retener esa joya -entendamos joya como talento- presente en la empresa conlleva menos dificultades que encontrar una nueva que sustituya al talento ya familiarizado con los protocolos y formas de hacer de la empresa, y del coste que implica invertir en una nueva formación, tanto a nivel económico como humano.
¿Cómo podemos identificar dicho talento?
Por ejemplo, con los mapas de talento. Se trata de una herramienta de gestión y planificación estratégica de las necesidades de talento de una organización. En la actualidad, va siendo más habitual que los departamentos de Recursos Humanos apliquen estos mapas en sus empresas, ya que son herramientas eficaces que reducen el tiempo de toma de decisiones.
Mediante los mapas de talento, las empresas localizan las aptitudes de sus trabajadores y su potencial para desarrollar labores en otras áreas de la empresa o en otras funciones diferentes a la que pertenecían anteriormente. Así, el empleado continuará desarrollando su talento de forma interna, a través de programas de formación, mentor ó procesos de coaching, por ejemplo. Además, gracias a que las empresas pueden detectar las necesidades de cada trabajador se puede alentar y motivar al empleado.
¿Qué aportan los mapas de talento?
Los mapas de talento tienen una doble vertiente: son una fotografía, pero también son un libro de ruta (tanto a nivel individual como organizativo). A nivel individual, permiten detectar carencias y habilidades potenciales y pautar los planes de formación (ya sea a través de coaching, formación, autodesarrollo). Además, nos ofrecen una perspectiva de promoción interna, como si fuera un plan de carrera ultra personalizado. En cuanto al nivel de organizaciones, permiten monitorizar los movimientos internos, como las rotaciones, los desplazamientos laterales o diagonales dentro de la empresa, etc. Podríamos decir que son un proceso ideal para obligar a las áreas a estar pensando en el largo plazo, detectar talent gaps en roles decisivos y mejorar la empleabilidad interna.
¿Qué beneficios tiene para las empresas?
– Fidelizar al empleado gracias a los programas de formación y coaching para enfocarle en sus funciones, lo que se traduce en una plantilla más integrada. Los trabajadores suelen entender este tipo de políticas como una inversión que la empresa hace en ellos con el fin de sacar su máximo potencial.
– Evitan estancamiento y perdida de motivación de un empleado. Si un trabajador no encuentra su lugar en la compañía, quizá es que sus funciones no son las correctas o no ha encontrado los incentivos necesarios para estar motivado. Con los Mapas de Talento es posible ponerle freno.
– Más productividad. El rendimiento de la plantilla hará que la empresa obtenga mejores resultados.
– Exprimen al talento. Evitar situaciones en las que se desaproveche el talento de los empleados llevando a cabo funciones en las que no pueden aportar todo tu potencial.