La adicción al trabajo es un rasgo de falta de salud laboral y, como tal, perjudica a las personas trabajadoras. Pero también, y de manera bastante directa, a la propia empresa. Difícil de diagnosticar en un mundo que premia el exceso de horas trabajadas, se manifiesta con patologías físicas como insomnio, hipertensión o dolor de cabeza. También en el humor irascible, falta de concentración y autoestima baja.
Síntomas para detectar a la adicción al trabajo
Entre las adicciones relacionadas con las conductas, como el juego o los trastornos alimenticios, la adicción al trabajo es de las más difíciles de detectar. Precisamente en una sociedad que premia el exceso de horas en la jornada laboral, que dificulta el derecho a la desconexión y que asocia la acumulación de horas con el aumento de la productividad. Sin embargo, existen síntomas que puedes observar entre los trabajadores de tu plantilla que pueden indicar que es o está llegando a ser un workaholic:
- Descansar es un concepto que está prohibido en su vocabulario, puede llegar a trabajar entre 60 y 80 horas semanales, sin días libres. Aprovecha las comidas o el transporte para consultar el correo, adelantar informes o llamar a clientes.
- Sigue trabajando cuando está enfermo o debería estar durmiendo. No desconecta en el hogar ni dedica tiempo a familiares o amigos.
- Aumenta su estado irascible, trata mal a las personas subordinadas o dependientes, padece insomnio, sufre dolores de cabeza, articulares y de espalda.
- Su autoestima depende de los cumplidos que reciba de su entorno como “trabajador dedicado” o “muy eficiente”. Su adicción tiene que ver más con el éxito y el poder que con la recompensa inmediata.
- Niega la situación, presenta problemas de comunicación y alta necesidad de control.
- Paulatina aparición de otros malestares fisiológicos como gastroenteritis, hipertensión, mala nutrición, fatiga y propensión a las infecciones.
Cómo afecta a la empresa y cómo prevenirlo
Los problemas de contar con un perfil así en la plantilla afectan, en primer lugar, a los compañeros. El ambiente es competitivo en extremo y de manera insana. El clima laboral conduce con el tiempo a conflictos personales. Si además ocupa una posición de liderazgo, puede exigir al personal del que es responsable objetivos que no son realistas, incluso que exceden las jornadas legales.
Desde el departamento de recursos humanos, es aconsejable enfrentarse a los adictos al trabajo como enfermos que son. Algunas de las acciones que puedes poner en marcha con carácter preventivo son:
- Cumple los horarios y asegúrate de sancionar también a quien no los cumpla. tanto por exceso como por defecto.
- Mide el desempeño. para poder mostrarle con indicadores objetivos los problemas de concentración que irá presentando y que bajan su rendimiento o productividad.
- Motiva a disfrutar de la vida en familia o con amigos de cara a fomentar la conciliación y el equilibrio entre ambos aspectos existenciales.
- Ayúdales a priorizar sus tareas diarias y no les dejes llevarse trabajo a casa o fuera de su jornada.