Actualmente y por primera vez en la sociedad española, conviven tres y hasta cuatro generaciones diferentes en los mismos espacios de trabajo. Para distinguir esta diferencia generacional, la edad no es el único factor en juego.
Integrar grupos de individuos con perspectivas, objetivos, valores y conocimientos específicos muy alejados entre ellos no deja de ser un gran reto para cualquier empresa.
¿Cuáles son las generaciones en el trabajo y qué les caracteriza?
Tradicionalistas o Veteranos: Esta generación es edad más avanzada, con una media de 65 años, pero con fuerza aún para desempeñar un trabajo. Son fieles al concepto de jerarquía y autoridad en la empresa y es la forma de trabajar con la que más cómodos están.
Babyboomers: Nacidos tras la segunda guerra mundial, esta generación busca seguridad dando una gran importancia al trabajo. La productividad y el status son el centro de su concepción del mundo laboral además del compromiso con la vida profesional.
Generación X: Su inserción en el mercado laboral tiene lugar en la década de los 80 y 90. Son estables e independientes, aunque muy colaborativos. Sin embargo, se decantan por trabajar con menos supervisión y más autonomía.
Millennials: Los empleados pertenecientes a la generación millennial son los más jóvenes en la oficina, con una media de edad de 25 años. También llamada la “generación Y”, son emprendedores, idealistas, ambiciosos, llenos de autoconfianza. Además dominan perfectamente las nuevas tecnologías. Eso sí, priorizan ante todo la calidad de vida.
¿Cómo podemos facilitar la integración multigeneracional?
Para mejorar las relaciones interpersonales, podemos hacer varias cosas, pero entre ellas destacamos dos ejes principales: la colaboración y la comunicación.
Cuando hablamos de colaboración, nos referimos a incentivar el trabajo en equipo. Es importante fomentar la implicación de todos en los proyectos para mezclar opiniones y estimular una relación basada en la buena comprensión.
La comunicación como concepto es extrapolable a varios niveles. La relevancia del qué y del cómo es la misma, tanto a nivel de contenido como a nivel de vía para transmitir un mensaje. A nivel personal también hace falta mantener una buena comunicación para conocer a tus empleados y a solucionar problemas que puedan surgir. Emplear un liderazgo para un proceso de entendimiento y respeto es el primer paso para conseguirlo.
¿Por qué deberíamos fomentar la comunicación entre todas las generaciones?
Las diferencias socioculturales entre las distintas generaciones en el entorno laboral pueden dificultar la fluidez entre ellos a la hora de relacionarse y trabajar hacia unos mismos objetivos. Conocer a cada generación en profundidad permite conocer mejor a los trabajadores como individuos y como colectivo, facilitando la gestión de equipo y la delegación de tareas.
Es beneficioso fomentar la comunicación entre los trabajadores de las distintas generaciones, no sólo para crear un ambiente positivo en la empresa, sino que también supone enriquecer la innovación de una empresa con la diversidad de perspectivas. Mejorar la comunicación multigeneracional implica aportar valor a todos los empleados, por experiencia o por nueva información.
El valor añadido del empleado es un claro beneficio para la empresa. El hecho que exista una fluidez de comprensión y entendimiento entre todos los empleados es una manera de asegurar la consecución de objetivos y la posibilidad de superar diferentes obstáculos con facilidad.