Dietas, material de oficina, transporte… muchos son los recortes que la crisis ha obligado a hacer a las compañías españolas, sin embargo hay uno que no tiene por qué darse, al menos, no en demasía. Se trata de los viajes de empresa, tan necesarios dentro de la estrategia del negocio y que, bien planteados, pueden mantenerse pese a la actual situación económica. Esta conclusión es a la que llega la ‘Guía técnica para la contratación de servicios de viajes de empresa’, publicado por la Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos (AERCE) y en el que se pone de manifiesto que una buena política en este sentido puede ahorrar a la organización hasta un 20% en gastos.

Manuel H. León

La guía, que es una revisión de la ya publicada bajo el mismo nombre en 2004, reconoce que, además de la recesión económica, son muchas las diferencias que se han producido en este tipo de servicios durante los últimos años. En concreto, cita seis: la utilización de portales de viajes corporativos, bases de datos propias o herramientas de autorreserva; el renacimiento del tren como medida alternativa al avión; la incorporación de las aerolíneas de bajo coste a los planes de viaje; la exigencia de información detallada de cualquier punto en cualquier momento debido a la globalización; el aumento en el tiempo de permanencia de viajeros en el aeropuerto, y la eficiencia en el transporte de viajeros derivada del Cielo Único  Europeo.

Son precisamente estas diferencias en las que los expertos de AERCE se apoyan para sugerir medidas de ahorro en los viajes de empresa que, ante todo, tienen que involucrar ya no sólo al assistant encargado de hacer la reserva sino al departamento de compras en sí. Las pistas que proponen son: utilizar tarifas con restricciones en medios de transporte y alojamiento, utilizar proveedores preferentes con quien poder negociar condiciones, tener siempre en cuenta cuándo y cuántos es más necesario viajar y aprovechar las herramientas tecnológicas.