La importancia que conceden las empresas al aprendizaje es, cada vez, mayor. Ya en la década de los noventa del siglo pasado apareció el concepto de «organización que aprende», que hacía referencia a la constante adquisición de conocimientos por parte de la plantilla de una empresa. En la actualidad, se estima que el capital intelectual es uno de los más valiosos de las organizaciones de modo que la denominada inteligencia colectiva es muy apreciada.
¿Qué es la inteligencia colectiva?
El concepto de inteligencia colectiva hace alusión a una dinámica dentro de la empresa en la cual los miembros de un equipo aportan conocimientos y opiniones que se nutren entre sí. De este modo, el aprendizaje de cada persona suma. Para que este proceso sea exitoso, lo mejor es que participen en él el mayor número posible de individuos.
¿Cómo se desarrolla la inteligencia colectiva en la empresa?
Si quieres desarrollar la inteligencia colectiva en tu empresa, debes tener en cuenta algunos factores. En primer lugar, debes intentar crear un entorno en el que sea posible que se produzca una comunicación ágil. Además, las personas que van a compartir sus conocimientos deben tener diferentes puestos y profesiones, ya que así se obtendrán ideas más diversas. Es importante que durante los intercambios de información todos los implicados estén al mismo nivel y se dejen a un lado las jerarquías. En este sentido, tienes que ser capaz de transmitir a los líderes que no siempre tienen ellos todas las respuestas. Para impulsar el desarrollo de la inteligencia colectiva, debes fomentar y premiar todas aquellas actitudes relacionadas con la cooperación y con la colaboración entre áreas, departamentos y empleados.
De este modo, puede ser conveniente que diseñes un plan mensual de intercambio de ideas a través de reuniones que pueden ser informales e incluso tener un toque lúdico, lo que hará que los participantes se sientan más motivados.
En estos encuentros, se puede optar por llevar a cabo un estatus del trabajo desarrollado por cada uno de los empleados. Así, todo el mundo aprenderá de lo que hacen los demás. Después, se pueden poner ideas en común. De hecho, puede resultar interesante centrar cada una de las reuniones en un tema o asunto concreto que sea relevante para la empresa. Lo prioritario cuando quieras poner en marcha estas dinámicas es crear un ambiente acogedor en el que todos se sientan cómodos para participar. Solo así podrás crear una cultura de aprendizaje que será la base de la inteligencia colectiva.
Así mismo, también es buena idea que fomentes el intraemprendimiento, es decir, que animes a los trabajadores a desarrollar sus propios proyectos en el marco de la empresa. En este sentido, puede ser positivo fijarse en las startups o incluso recurrir a ellas para fichar a personas proactivas y con talento.
¿Qué valor aporta la inteligencia colectiva a la empresa?
Las ventajas de la inteligencia colectiva son muy numerosas. Piensa, por ejemplo, que una persona ajena a un área o departamento puede ver las situaciones con un enfoque distinto y fresco, con lo cual su opinión puede aportar mucho valor. Además, las dinámicas que fomentan este tipo de inteligencia hacen sentir a todos los empleados que son valiosos y que sus aportaciones suman. Gracias a esto, su autoconcepto y autoestima mejoran y, con ello, lo hace la productividad. Asimismo, los trabajadores aumentan su compromiso y asumen como propios los intereses de la compañía.
Como ves, la inteligencia colectiva es un bien preciado para cualquier empresa, ya que permite aprovechar mejor el talento de todos los miembros de la plantilla y combinarlo para conseguir mejores ideas. Ten siempre en cuenta que la suma de conocimientos permite a las compañías innovar, adaptarse mejor al entorno real y crecer con mayor velocidad.
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