La ergonomía participativa es una herramienta útil en el ámbito de la Prevención de Riesgos Laborales (PRL), que cada vez está cobrando mayor importancia en la gestión de equipos. El objetivo es la mejora de las condiciones de trabajo a nivel ergonómico por medio de la participación activa de los agentes implicados. Y esto incluye la jornada en remoto o híbrida, pasando a revisar la forma en que trabajas en el entorno doméstico o descentralizado.
Qué significa implantar la ergonomía participativa
La ergonomía, en el ámbito laboral, significa adaptar el puesto de trabajo a la persona. La ergonomía participativa es, en este sentido, una estrategia para implicar a todo el equipo en la consecución de objetivos. Así, los empleados forman parte desde la identificación de los riesgos hasta la planificación y el control de un ámbito significativo de su trabajo.
Se trata de prevenir los trastornos musculoesqueléticos (TME) en el lugar de trabajo. Se estima que en España un 22% de los casos de incapacidad temporal de más de 15 días de duración, se deben a TME. Ten en cuenta, en este sentido, que al mejorar las condiciones preventivas, se reducen los costes salariales por indemnizaciones y días de trabajo perdidos.
Los TME son la patología de origen laboral más prevalente en la población trabajadora (sea considerada o no contingencia profesional). Estos programas contribuyen a mejorar la salud de la población trabajadora y de la productividad de las empresas. Sin embargo, es importante destacar la relación entre los TME y los factores psicosociales, como las cargas de trabajo excesivas y la falta de apoyo. Debes incluir en el diseño de la ergonomía participativa, tanto las condiciones materiales del lugar de trabajo como estos factores, que atienden a la planificación y desempeño del puesto.
Beneficios para la salud de la plantilla
La importancia creciente en España de los beneficios de la ergonomía participativa ha hecho que el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo también se haya sumado a su impulso y promoción, publicando en marzo de 2020 la Nota Técnica de Prevención 1.137 Ergonomía participativa: un enfoque diferente en la gestión del riesgo ergonómico.
Como consecuencia directa, al estar más implicados los trabajadores, refuerzas la cultura preventiva. Al integrar el modelo de prevención en el día a día, los empleados aumentan su sensibilidad y conocimiento, reforzando su capacidad para proponer medidas eficaces.
Un ejemplo fue en un hospital andaluz donde convocaron a la plantilla del personal de limpieza a unas charlas informativas y recogieron unas encuestas sobre sus condiciones laborales. El resultado mostró una información muy valiosa que permitió ajustar los programas, aumentando el compromiso de la plantilla y mejorando la comunicación con la misma.
Por otro lado, al ser más conscientes de la situación se minimiza la exposición a factores de riesgo. Y no tiene por qué suponer un coste a la compañía. Pues en las experiencias de éxito de empresas que ya han implantado programas de ergonomía participativa, se ha observado que soluciones a pequeña escala y sencillas pueden reducir considerablemente esa exposición a factores de riesgo.