Cuando en las empresas existen diferentes turnos de trabajo por circunstancias de la producción, una eficiente gestión de horarios contribuye al equilibrio trabajo-vida. Esta planificación de turnos de trabajo rotativos también mejora la relación entre empresa y trabajador, contribuyendo, por lo tanto, a una mayor rentabilidad laboral. En este artículo hablaremos de cómo asignar horarios y turnos de trabajo rotativos a los equipos de una forma coherente y eficaz.
El impacto en la salud y la gestión de horarios y turnos en la empresa
Sabemos que el trabajo a turnos implica una irregularidad en los horarios de los trabajadores de las empresas que, por determinadas circunstancias, necesitan implementar este modelo organizativo. Esto puede llevar a provocar dificultades en la conciliación de la vida familiar y laboral e, incluso, situaciones indeseadas de estrés, ansiedad, bajo rendimiento o accidentes de trabajo relacionados con problemas para descansar, entre otros aspectos.
Además, la empresa puede ver cómo una incorrecta gestión de estos turnos afecta al clima laboral de la misma, ya que algunos trabajadores pueden verse o sentirse perjudicados respecto a la gestión de los mismos en comparación conm otros compañeros.
Por tanto, para mejorar la salud laboral en los turnos y realizar una correcta gestión de los mismos, esta se debería apoyar siempre en el concepto de “rotación”. Es decir, se debería provocar ese efecto circular y que todos los empleados trabajaran en igualdad de condiciones, evitando la posibilidad de interpretaciones erróneas sobre favoritismos o beneficios particulares.
Para ello, los calendarios de turnos o patrones de turnos rotativos, son esenciales. Será tarea del departamento de RRHH gestionar un calendario que, por un lado, cumpla con las necesidades de la empresa y las limitaciones legales respecto a los horarios y, por otro lado, atienda a elementos de equidad e igualdad entre todos los miembros del equipo.
Por último, para organizar los turnos de trabajo debemos atender a lo que indica la normativa al respecto. Concretamente, el Estatuto de los Trabajadores, que en su artículo 36 establece el marco legal sobre el que se debe asentar esta organización del horario laboral, indicando entre otras cuestiones, la obligatoriedad de no adjudicar el turno nocturno más de dos semanas consecutivas al mismo empleado.
Algunos ejemplos de patrones de turnos de trabajo rotativos
Hablamos de patrones de turnos rotativos para referirnos a las diferentes formas que existen de organizar dichas jornadas. Para establecer estos patrones, generalmente se parte de jornadas de trabajo de 8 horas, organizadas en turnos de mañana, tarde y noche. También se contempla la obligatoriedad legal de establecer jornadas de descanso entre dichos turnos.
Sobre esta base, encontraríamos los siguientes patrones principales:
- Turno 6/2: Se trabaja 6 días a la semana (ya sea en horario de mañana, tarde o noche) y se descansa 2 días. En este esquema el cambio de turno es escalonado, de manera que el trabajador 1 pasa al ciclo del trabajador 2 y este, a su vez, al del trabajador 3. Por tanto, se establecería de la siguiente forma.
- Trabajador 1: 2 días de mañana/2 días de tarde/2 días de noche/2 días libres
- Trabajador 2: 2 días libres/2 días de mañana/2 días de tarde/2 días de noche
- Trabajador 3: 2 días de noche/2 días libres/2 días de mañana/2 días de tarde
- Turno 5/2: lo suelen aplicar las empresas que no tienen turno de noche. Por tanto, se trabaja en turno de mañana 5 días y se libra el fin de semana. A la semana siguiente se pasa a turno de tarde.
- Turno 4/3: muy utilizado en la actualidad. Se caracteriza por jornadas de trabajo más largas, pero con más días de libranza. Por ejemplo: 4 días de 10 horas de trabajo cada uno, y 3 días libres a la semana.
No obstante, cada empresa deberá encontrar el patrón que más se adapte a sus necesidades de producción, así como a las necesidades de generar equidad respecto al conjunto de su plantilla.