La gestión de procesos y la mejora de la productividad son dos campos que se estudian para encontrar un punto de convergencia común. Las diversas técnicas y filosofías profesionales buscan precisamente eso: seguir innovando en metodologías que consigan un flujo de trabajo eficiente. Una de las vertientes que persigue este objetivo es la filosofía Lean. Enfocada a aportar una perspectiva única a los objetivos y proyectos, esta filosofía garantiza mejora la productividad a largo plazo.
¿Quieres saber cómo aplicarla a tu departamento? Te lo contamos en el artículo de hoy.
¿Qué es la filosofía Lean?
Nacida de la necesidad de automatizar y mejorar la eficiencia operativa, la filosofía Lean es un término del que se lleva hablando desde hace unos años y que ha ganado popularidad en el ámbito empresarial a pasos agigantados.
Este, al igual que otros procesos como el conocido método kaizen, abogan por la mejora continua de procesos. En realidad, las acciones que recoge esta metodología son bien conocidas en sectores como los Recursos Humanos y la gestión empresarial. Estas, se enfocan en la gestión de procesos que, dirigidas al enfoque integral de la gestión, ponen a disposición de los equipos una serie de herramientas basadas en la innovación y optimización de procesos para mejorar el valor de una empresa.
Para decirlo en una sola frase, la filosofía Lean se basa en maximizar el beneficio con el menor uso posible de recursos. Bajo esta premisa, es de esperar que no exista empresa en el mundo que no quisiera trabajarla. Sin embargo, la adecuación del método para asegurar la calidad requiere de un proceso de análisis e implementación de sus principios.