No solo las empresas quieren encontrar empleados que se adapten como un guante a su misión, visión y valores. Los candidatos y la plantilla también valoran y deciden si quieren formar parte de las empresas donde trabajan o creen que les irá mejor en otros sitios. En la dura competición por el talento, cada vez son más necesarias estrategias de employer branding para conservarlo. Un aviso: a los empleados no solo les importa el salario. Valoran cada vez más que las empresas tengan valores éticos.
Lo que quieren los empleados
Para esto necesitamos conocer qué quieren los empleados y qué es lo que les hace decidirse a trabajar para una u otra compañía.
Con ese fin, la consultora especializada en talento cualificado PageGroup ha creado el Índice de Confianza Laboral, que toma la temperatura sobre la seguridad que genera el mercado laboral en la población activa. Llega a interesantes conclusiones como que el optimismo entre quienes buscan empleo se ha visto incrementado en dos puntos respecto al último trimestre alcanzando el 52%. Seis de cada diez personas encuestadas creen que encontrará trabajo en los próximos tres meses.
Los requisitos que tienen en mente trabajadores y candidatos para elegir empleador están relacionadas con el aspecto económico, por descontado, pero el peso de otras variables es cada vez más importante. Por ejemplo, es fundamental que se den unas buenas condiciones para conciliar la vida laboral con la personal. Pero, señala el estudio, solo el 36,7% está satisfecho con las posibilidades que se le ofrecen para compaginarlas.
Tener flexibilidad horaria es algo que aprecian como muy positivo el 79,2% de las personas preguntadas para el informe. El buen trato y ambiente en la oficina se lleva el primer premio de employer branding. Un 98,4% lo sitúa como prioritario.
La inmensa mayoría prefiere trabajar en empresas responsables
Algo que desde hace pocos años comienza a tener una importante relevancia es la reputación que tiene la empresa. El 90,2% quiere trabajar en compañías que sean socialmente responsables. El grado de exposición que tiene el quehacer de las empresas frente a la opinión pública se ha visto incrementada con el desarrollo del marketing y la comunicación gracias a las redes sociales. Y el prestigio se destila a golpe de publicaciones.
Así que, cada vez es más frecuente que una de las líneas de la estrategia empresarial se dirija hacia unos de los principales grupos de interés que son empleados y los potenciales trabajadores. La importancia construir una buena reputación gracias al comportamiento ético empuja a las empresas a iniciar acciones de RSC (Responsabilidad Social Corporativa).
¿Para qué sirve la RSC?
La responsabilidad social corporativa son las acciones o estrategias que emprende una compañía, una pyme o una mediana empresa para mejorar la relación con su entorno y adoptar un comportamiento ético. No solo en el terreno medioambiental si no también en el de la ayuda social, el apoyo profesional, etc.
Esta estrategia, que excede la obligatoriedad de las leyes, es una práctica que realiza la empresa de compromiso con su comunidad. Y que incrementa su reputación, algo primordial si se quiere evitar la fuga de talento y construir una buena marca como empleador.