Si todo siguiera como hasta ahora, sin añadir nuevas medidas que nos hicieran crecer por encima de la media europea, las mujeres españolas tardarían más de cien años en alcanzar la paridad en los consejos de administración. El cálculo es de la empresa Add Talentia, autora del estudio ‘Sumando Talento’, que a partir de un análisis de las sociedades del Ibex 35 ha construido el perfil de la consejera tipo actual al tiempo que se atreve a adelantar los cambios que habrá sufrido ese modelo a la altura de 2015, año fijado por la Ley de Igualdad para que la proporción de hombres y mujeres alcance el equilibrio en las cúpulas empresariales.
Gracias a esta recomendación y al Código Unificado de Buen Gobierno impulsado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores(CNMV), la presencia de las directivas en los consejos de administración ha crecido a un ritmo exponencial en los últimos años —si en 2005 había 17 en las empresas del Ibex 35, este número se elevaba hasta 44 en 2008—, y en sólo cinco años las sociedades que no cuentan con mujeres en sus órganos de gobierno han pasado de ser la norma a convertirse en la excepción. «Estábamos a la cola de los países europeos, y, en esa situación, cualquier tipo de legislación venía bien para mover lo estancado. En el caso español, como en el noruego, el número de consejeras independientes ha aumentado mucho, pero el de ejecutivas ha disminuido. Hay veces que una legislación hace que los números suban rápidamente; pero, a largo plazo, hacen falta medidas que, en la empresa, hagan fluir a las mujeres a la alta dirección y, de ahí, al consejo», sostiene Celia de Anca, directora del Centro de Gestión de la Diversidad del IE Business School.
De Anca ha participado este año en el informe anual sobre la presencia de mujeres en la dirección de las cien principales compañías de la Bolsa de Londres. Elaborado por la escuela de negocios Cranfield, este año se compara por primera vez la situación del Reino Unido con España y Noruega, donde la imposición de una cuota legal ha disparado el porcentaje de directivas, hasta el 44,2%, en los consejos de administración. En el extremo opuesto, con un exiguo porcentaje del 0,8%, se sitúa Portugal.
El European PWN Board Women Monitor 2008, fuente de estos datos, sitúa a España—con una media de consejeras del 8,7% y del 8,1% en las sociedades del Ibex y del mercado continuo, respectivamente— por debajo del promedio comunitario del 9,7%. «Yo no creo que el empresario español sea más reacio que en otros países a la presencia de mujeres. En general, hay una inercia que facilita que se valore mejor, o antes, a los hombres; pero en este aspecto las mujeres también tenemos una responsabilidad. Tenemos que expresar nuestras ambiciones y dar más visibilidad a nuestras opciones de carrera», apunta Eva Levy, que dirige la división especializada en la selección de mujeres para los consejos de administración de ExcellentSearch.
Incidencia de la crisis
Levy advierte de que la crisis tampoco favorece el ascenso de las directivas a estos órganos de gobierno. De hecho, los datos relativos a 2009 que avanza Add Talentia desvelan una ralentización en el ritmo de nombramientos de nuevas consejeras. El año pasado se cerró con 50, seis más que en 2008, cuando el número pasó de 30 a 44. Este frenazo también se ha dado en Estados Unidos, donde el número de consejeras incluso ha disminuido, y en el Reino Unido. «Se tiende a consejos más reducidos. De todas formas, un consejo más reducido puede ser más ágil y más profesional, y hay mujeres que pueden aportar mucho en aras de conseguir eficacia», tercia Levy, que, de paso, anima a las ejecutivas a quitarse complejos: «Por favor, tenemos que soltar el lastre de no querer ser ‘mujer cuota’ y el temor a ser ‘mujeres florero’. Es una opción única la que nos brinda la ley para demostrar nuestra valía y aportar riqueza a las empresas».
La introducción de mayor imparcialidad y transparencia en los procesos de selección también ayudaría a las mujeres. Sin embargo, según advierte el último ‘Índice Spencer Stuart de Consejos de Administración’, sólo el 13% de los consejeros independientes de las sociedades cotizadas ha participado en un proceso de selección. Tras el resto de los nombramientos, está el presidente del consejo (35% de los casos) o bien un accionista significativo (52%). «Cualquier nombramiento debería tener como horizonte el enriquecimiento de la empresa, pero ignoro los compromisos que están en juego muchas veces —declara la directiva de ExcellentSearch—. No obstante, sería interesante que se siguiera y valorara la trayectoria de profesionales más jóvenes, con experiencia en innovación y en lo que demandan los consumidores. A menudo, la empresa tiene oro molido entre las manos y lo acaba despilfarrando».
Por último, tanto Celia de Anca como Eva Levy advierten de la importancia de la formación en el camino hacia la cima. «La década de los 30 a los 40 años es crucial, y es entonces cuando los hombres suelen hacer una carrera más lineal y enfocada, mientras que las mujeres tienden a dejarse llevar. Los programas de ‘mentoring’ y ‘coaching’ les ayudan a planificar su trayectoria; por ejemplo, a saber cómo volver al mercado tras un período fuera por maternidad», asegura De Anca.