El test de Moss es una prueba psicométrica para evaluar perfiles que apliquen por puestos de liderazgo. Esta herramienta te va a ayudar a localizar al cargo intermedio que sepa aplicar el sentido común y motivar al equipo. Son 30 preguntas contestadas de manera ágil que te permiten saber cómo va a responder el futuro responsable. La visión de futuro, la capacidad de planificar y, sobre todo, considerar los conflictos como una oportunidad de mejora son algunas de las soft skills que encontrarás con este test.

Aplicación del test de Moss

En el proceso de reclutamiento de mandos intermedios y puestos de liderazgos es más importante considerar otros criterios. Las habilidades técnicas que sean requeridas no son suficientes en la gestión de equipos. Para localizar las soft skills que te interesan puedes utilizar el test de Moss. Este contiene 30 preguntas o situaciones a ser respondidas o resueltas entre 15 y 20 minutos. Cada interrogante tiene cuatro posibles respuestas y el aspirante deberá seleccionar una. La prueba puede realizarse de forma individual o colectiva.

Este test psicométrico fue diseñado inicialmente en 1979 por Rudolf y Berenice Moss, de la Universidad de Stanford. La prueba surge para intentar responder ante la necesidad y el requerimiento creciente de perfiles que ocupen los liderazgos desde la motivación y el crecimiento del personal. Un cargo así puede prescindir del dominio del contenido, si es capaz de llevar a su equipo hacia los logros estratégicos que la empresa necesita. Coordinar e intervenir en las relaciones de la plantilla es fundamental para el éxito de los proyectos.

Capacidades que evalúa el test de Moss

Los puestos de liderazgo han adquirido mayor relevancia desde que se ha impuesto la jornada híbrida. La resiliencia de las empresas depende del saber hacer de los cargos intermedios especialmente. Así que te interesa contar con una herramienta que dé con el perfil válido para tu organización.

El test de Moss mide las siguientes capacidades:

  • Supervisión: por un lado es necesario controlar y registrar los procedimientos para alcanzar el grado de calidad buscado. Sin embargo, en la gestión de equipos es necesario manejar la situación de tal manera que los profesionales no se sientan cuestionados o bajo sospecha. El liderazgo debe ser capaz de medir la eficacia de las tareas asignadas fortaleciendo a la par el compromiso y la motivación.
  • Toma de decisiones en las relaciones interpersonales: en estas situaciones evalúas los criterios basados en la confianza con los que el liderazgo resuelve los distintos contextos. De aquí deriva la capacidad de delegar y de disolución de conflictos.
  • Evaluar dificultades interpersonales: alcanzar el bienestar laboral depende de una adecuada gestión de los equipos diversos. Un liderazgo ágil y eficaz no debe temer las diferencias o los bloqueos entre personas. Es parte del día a día. Pero lo que buscas es alguien que sepa sacar rendimiento de estas variaciones. Permite reconocer los errores, responder de manera oportuna y realizar críticas constructivas a los compañeros.
  • Adaptarse y construir relaciones con el equipo: cuando surge una situación de conflicto un liderazgo resiliente y eficaz sabrá transformarlo. Podrás observar si el perfil que evalúas sabe salir del ámbito de la queja para volver positivo y motivador el desafío.
  • Sentido común, que como dicen es el menos común de los sentidos. Sin embargo, el arte de dirigir personas, aunque se entrena, necesita ese talento. Es clave responder ante los contextos de manera ética y respetuosa.