Según define el Estatuto de los Trabajadores en su artículo 40, los trabajadores expatriados son aquellos que prestan sus servicios de forma temporal o definitiva para su empresa fuera de su país de origen.
De este modo, algunas personas entienden la expatriación como una nueva modalidad de vida profesional, ya que esta fórmula está siendo cada vez más utilizada por las empresas. Esto se debe a que existe un gran número de compañías que desea tener mayor presencia en otros países como consecuencia de la globalización.
La expatriación puede ser enormemente beneficiosa, pero hay que tener en cuenta que debe ser satisfactoria también para los empleados. Por eso, como miembro del departamento de RRHH, es tu obligación garantizar el bienestar de los miembros de tu plantilla y velar por su felicidad.
Derechos laborales de los expatriados
Si tu empresa va a pedir a alguno de los empleados que se desplace a otro país es importante que conozcas las características laborales que se aplican a los trabajadores expatriados. Solo así podrás informarlos de la mejor manera posible. Te damos los detalles que necesitas conocer:
– Normativa aplicable al expatriado
Si el desplazamiento del trabajador se realiza a un país que se encuentra fuera de la Unión Europea y en ese país existe un convenio internacional (como pueden ser los casos de Andorra, Argentina, Australia, Brasil, Cabo Verde, Canadá, Chile, Colombia, Corea, Ecuador, EEUU, Filipinas, Japón,, Marruecos, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Rusia, Túnez, Ucrania, Uruguay y Venezuela) el empleado debe someterse a lo que se establezca en dicho convenio. En cambio, si no existe ningún convenio (como por ejemplo con Angola, China, Guatemala, etc.) el trabajador debe cotizar en España en lo referente a las contingencias que el país de acogida no cubra (por ejemplo: jubilación o incapacidad).
Por otro lado, si el desplazamiento se produce dentro de la Unión Europea el trabajador está sometido a la normativa de la Seguridad Social del país en el que se prestan los servicios. No obstante, se permite al empleado disfrutar de la cobertura de la Seguridad Social española durante dos años.
En lo que respecta al régimen fiscal, el trabajador que tributa en otro país adquiere la condición de residente fiscal, de modo que queda exento de tributar en España siempre y cuando exista un acuerdo para evitar la doble imposición. De todos modos, si el empleado quiere seguir tributando en nuestro país puede hacerlo siempre y cuando demuestre que solo vive en el extranjero 183 días y que tiene su centro de actividades económicas en España.
Acuerdo entre la empresa y el trabajador
Es importante que, como miembro del departamento de RRHH, sepas que la normativa referente a los trabajadores expatriados también hace alusión a los acuerdos optativos que pueden ser pactados previamente entre los implicados y las compañías. Lo más normal sería que tu empresa ofreciese una compensación a las personas que se van fuera del país y que tenga en cuenta también algunos conceptos como los complementos salariales, los seguros médicos o los desplazamientos. Por supuesto, cuando hables con algún miembro de tu equipo para ofrecerle desarrollar su carrera profesional fuera de España, tienes que tener presente en todo momento la conciliación.
La expatriación es el resultado de un proceso de globalización e internacionalización del mercado empresarial que puede ser muy conveniente. Para la empresa implica un mayor crecimiento y para los trabajadores puede ser idóneo de cara a mejorar su carrera profesional. Eso sí, recuerda que es tu responsabilidad informar convenientemente a los empleados ante el gran cambio que van a afrontar.