La principal diferencia entre despido y renuncia laboral de un trabajador reside en que la renuncia es una elección voluntaria y una decisión tomada unilateralmente por el empleado, mientras que el despido es una decisión tomada por el empresario, sin que, en este caso, la opinión del trabajador sea tomada en cuenta.

Si un empleado quiere cesar su actividad en la empresa debe presentar a la compañía una carta de renuncia voluntaria con la antelación recogida en su convenio colectivo o en el plazo indicado en el contrato de trabajo. Comunicando con la debida antelación la decisión de causar baja, el contrato laboral quedaría extinguido y se procedería a la liquidación del salario que corresponda. En este caso, el profesional no tendrá derecho a ninguna indemnización.

Por el contrario, en el caso del despido, si se considera improcedente, el trabajador tiene derecho a una indemnización.

Desventajas de renunciar

Una clara desventaja para los trabajadores que renuncian de manera voluntaria a su puesto de trabajo es que pierden su derecho a recibir una indemnización. En cambio, en el caso de un despido, siempre que sea considerado improcedente, el profesional tiene derecho a recibir una indemnización equivalente a 33 días de salario por año de servicio, teniendo un límite de 24 mensualidades.

En el caso de que el trabajador empezara a trabajar en la compañía antes del 12 de febrero de 2012 se aplican dos tramos de indemnización. Por un lado, el tiempo transcurrido desde esta fecha computará con 33 días de salario por año trabajado con un límite de 24 mensualidades. Pero el trabajo antes de esa fecha devengará de una indemnización de 45 días de salario por año trabajado, con un límite de 42 mensualidades.

En cualquier caso, cuando concurran ambos tramos, el límite máximo a aplicar será de 42 mensualidades. Y, por otro lado, cuando el despido es improcedente da derecho a cobrar el paro de forma inmediata.

En cambio, cuando un trabajador se da de baja voluntariamente en su compañía no puede solicitar inmediatamente la prestación por desempleo. La legislación se establece así para evitar la posibilidad de que un empleado pueda solicitar su baja voluntaria con la finalidad de cobrar inmediatamente el paro acumulado.

Ventajas de presentar una renuncia

Otra diferencia entre despido y renuncia a la que se enfrenta el trabajador es que un despido puede perjudicarle en la búsqueda de un nuevo trabajo. La situación de despido, reflejada en el currículum, siempre daña la imagen de un profesional, de manera que puede verse perjudicada su trayectoria laboral.

Por el contrario, una baja laboral no siempre aparece asociada a las connotaciones de conflictividad, mala relación con los compañeros o superiores, bajo rendimiento o falta de profesionalidad que se presupone en un despido.

Además, si un trabajador presenta una renuncia tendrá un mejor control del tiempo desde que toma la decisión hasta que deja de trabajar, lo que puede jugar en su beneficio si mientras busca otro trabajo o quiere planificar más detenidamente su futuro profesional. El despido, en cambio, al ser unilateral por parte de la empresa, suele constituir un elemento de sorpresa para el trabajador, que puede verse sometido a una época de estrés ante una decisión en la que no ha tomado parte.