El precontrato de trabajo es cada vez más empleado en el mercado laboral. También conocido como promesa de trabajo o acuerdo de futura colaboración, esta fórmula resulta especialmente interesante para la integración de nuevos talentos para las empresas, sin tener que firmar un contrato.
En cualquier caso, es conveniente saber qué consecuencias legales trae consigo firmar un precontrato de trabajo y qué sanciones tienen por incumplimiento, tanto para la empresa como para el trabajador.
Qué es un precontrato de trabajo
Un precontrato de trabajo refleja el compromiso por parte de una organización de contratar a un profesional en un futuro, y la intención por parte del profesional de trabajar en la compañía. Esta promesa laboral es un acuerdo que firma el empleador y su futuro empleado, y en él se especifican las condiciones que luego se reflejarán en el contrato de trabajo.
El precontrato de trabajo suele establecerse para dar confianza al trabajador de que será contratado por la empresa. Esto resulta especialmente interesante si la persona se encuentra en ese momento trabajando para otra compañía. O también en el caso de trabajadores extranjeros, que tienen que migrar desde su país natal y regularizar los permisos de residencia, antes de poder firmar un contrato laboral.
Asimismo, el precontrato otorga la confianza necesaria a la compañía, especialmente si su interés es fichar a un profesional cualificado muy demandado por otras empresas.
Qué suele incluir un precontrato de trabajo
Cada precontrato de trabajo es único y dependerá de las condiciones de la persona que lo firma, del puesto ofrecido y de las condiciones negociadas. Sin embargo, hay algunos aspectos que toda promesa de trabajo suele incluir, como las siguientes:
- Fecha de la firma de contrato: es la fecha cuando el futuro trabajador y la compañía consideran que se producirá la firma del contrato definitivo.
- Tipo de contrato que se llevará a cabo y las condiciones respecto a la relación laboral.
- Condiciones específicas del contrato laboral: como el sueldo, cláusulas de exclusividad o incluso la especificación de las indemnizaciones que se producirán si la empresa o el profesional incumplen el precontrato de trabajo.
Consecuencias de incumplir el precontrato
Aunque la promesa de trabajo no es un contrato laboral en sí, incumplir un precontrato de trabajo tiene sus consecuencias legales, tanto para la empresa como para el futuro trabajador, y puede dar lugar a responsabilidades indemnizatorias.
Es importante saber que no se trata de un incumplimiento contractual, ya que no existe aún el contrato laboral. Tampoco se puede reclamar por parte del trabajador la incorporación a la plantilla. Sin embargo, la indemnización se regula de la misma manera que si se firmara un contrato. Eso si las sanciones no son tan severas como si fuera un incumplimiento de contrato.
Cuando es el empleado quien incumple el precontrato de trabajo, la empresa tiene derecho a demandar al acusado por los daños y perjuicios. Por ejemplo, si ha invertido en su formación podría reclamarle la cantidad invertida.
Por otro lado, si es la compañía quien incumple la promesa laboral, el trabajador puede reclamar a la organización los gastos que le haya supuesto esta cancelación, como la mudanza, alimentación, viajes, etc.
Por todo esto, se recomienda firmar un precontrato de trabajo solamente cuando la organización y el futuro empleado estén totalmente seguros de cumplir las condiciones establecidas cuando llegue el momento indicado.