Entrevistador evitando el efecto Horn para conseguir al mejor candidato

Entrevistador evitando el efecto Horn para conseguir al mejor candidato

Cómo evitar el Efecto Horn en tu departamento de Recursos Humanos

Si recuerdas haber descartado a un candidato, porque viste una falta de ortografía en su currículum o por que no te gustó la forma en que vestía durante la entrevista, fuiste víctima del llamado Efecto Horn. Como verás a continuación, se trata de una percepción psicológica sesgada, que puede interferir de forma muy negativa en la captación de talento.

Cómo funciona el Efecto Horn

En los años 20, el psicólogo estadounidense Edward Thorndike se encontraba realizando un estudio en el entorno del Ejército. Descubrió que las evaluaciones que hacían los oficiales sobre sus soldados variaban en función de las primeras impresiones que recibían de ellos, tanto si eran negativas como positivas. De esta forma, definió dos sesgos paralelos: el Efecto Halo y el Efecto Horn (también llamado “Efecto cuerno”). Este último se denomina así por las connotaciones malvadas del nombre.

En el primer caso, con el Efecto Halo nos formamos una imagen positiva de una persona a partir de un único rasgo. En el segundo caso, sucede al contrario: con el Efecto Horn un aspecto que juzgamos negativo de una persona nos impulsa a ver con el mismo prisma el resto de sus características. Incluso ignorar por completo sus cualidades.

Hay diversos factores que hacen posible que nuestra percepción de las personas esté condicionada por el Efecto Horn:

Una vez hemos evaluado de forma negativa (y subconsciente) al candidato, el sesgo de confirmación nos llevará a prestar atención únicamente a los puntos que nos confirmen esa impresión formada.

Su impacto negativo en la cultura organizacional

Este sesgo de negatividad está presente en todos los ámbitos de la vida, y es muy importante tener en cuenta que puede afectarnos a cualquiera. Eso incluye la gestión de recursos humanos.

En el caso de los RRHH, el efecto más inmediato es el feedback que reciben los candidatos y su influencia en la imagen de la empresa. Pero también debemos reflexionar seriamente sobre el hecho de que nuestra estrategia de captación del talento está fracasando, porque falla por la base.

Es decir, los mejores candidatos para el puesto que hemos ofertados pueden acabar siendo elegidos por reclutadores menos prejuiciados de otras empresas. Y eso mermará la capacidad de crecer de la nuestra.

Algunos consejos para minimizar el Efecto Horn

Evitar por completo la aparición de este o cualquier otro sesgo cognitivo que afecte al proceso de selección es una tarea imposible. No obstante, se pueden implementar diversas medidas para que sea lo más objetivo posible.

Un sistema de reclutamiento sin sesgos dará como resultado una plantilla que cuenta con talentos diversos. Eso dará la medida de hasta qué punto el departamento estará teniendo éxito en su empeño.

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