Durante estos meses de pandemia en los que el teletrabajo se ha multiplicado de manera inesperada, el tecnoestrés de la plantilla ha ido también en aumento. Este mal no está considerado todavía como enfermedad profesional, pero terminará recogiéndose en la normativa, pues afecta considerablemente a la salud laboral. Analizamos qué factores lo disparan y ofrecemos claves para prevenirlo.
Mucha gente pensaba que el teletrabajo le iba a ayudar a conciliar mejor su vida laboral con la profesional, tenían puesto en ello una gran esperanza. Y así puede llegar a ser, pero para lograrlo realmente la empresa ha de implantar una serie de medidas que regulen la desconexión digital, que ofrezcan soporte técnico y que enseñen a utilizar las nuevas herramientas digitales que se vayan incorporando.
Qué hace que aumente el tecnoestrés con el teletrabajo
La vida en plantilla es muy distinta a la de trabajo en remoto. Las jornadas suelen ser completamente regulares y las horas de trabajo están bien distinguidas de las de ocio o vida personal. Sin embargo, el teletrabajo diluye tremendamente estos límites. Bajo el disfraz de la flexibilidad puede esconderse la conexión digital perpetua.
El trabajo a distancia requiere desarrollar una serie de habilidades y competencias distintas al trabajo tradicional. Es fundamental que el personal las domine para preservar los riesgos piscosociales asociados a esta modalidad. Pero la responsabilidad no ha de recaer solo en quienes trabajan, es la empresa la que puede y debe garantizar un espacio seguro para trabajar.
Cómo prevenir los casos de tecnoestrés en la plantilla
En 2019 ya se reguló normativamente el derecho a la desconexión digital, pero en la nueva Ley del Trabajo a Distancia queda expresamente nombrada la responsabilidad de la empresa de preservar la salud laboral de la plantilla que trabaja a distancia. Para ello, un primer paso será evaluar los riesgos laborales que se asocian al trabajo en remoto.
Estas son cuatro medidas que pueden ayudar a prevenir el tecnoestrés asociado al teletrabajo en tu empresa:
- Definir un horario para las comunicaciones laborales. Se pueden acordar turnos de conexión con los equipos, ese tipo de flexibilidad se puede negociar para que las dos partes salgan beneficiadas. Sin embargo, deben preservarse un número de horas de desconexión digital. Si esta medida queda registrada en los procedimientos de la empresa, será también más sencillo demostrar que se cumple ante las autoridades, es caso de que sea necesario.
- Redoblar los recursos en soporte técnico. Dentro de las empresas se dan con frecuencia incidencias informáticas, pero teletrabajando se multiplican. No siempre se puede llevar un control tan estricto sobre la seguridad, mantenimiento y actualización de los equipos. Por este motivo, conviene diseñar un plan específico para teletrabajar y que la plantilla pueda resolver sus incidencias técnicas en el menor tiempo posible.
- Ofrecer alternativas ante situaciones de soledad y desconexión social. La parte emocional también es fundamental para tener una buena salud. Trabajar a distancia puede hacer que se empeore emocionalmente ante, por ejemplo, la sensación de soledad. Se pueden programar actividades de ocio conjunto, voluntarias, que traten de mantener los lazos personales.
- Formar a la plantilla en gestión del tiempo y la utilización adecuada de las herramientas digitales. Para mejorar el desempeño de la plantilla, es conveniente que cada persona aprenda a calcular el tiempo del que dispone para llevar a cabo sus tareas y que lo gestione de la manera más eficiente posible. Además, ha de desenvolverse con las herramientas digitales que se vayan incluyendo. La formación (mediante cursos o webinars) es una solución excelente para que se adquieran estas capacitaciones.