La pandemia ha puesto en evidencia el valor irremplazable del factor humano. Trabajar en tiempos de incertidumbre ha demostrado que el aspecto económico no es el único a cuidar por las compañías. Por este motivo, la labor de los departamentos de recursos humanos ha destacado como principal. Dentro de las demandas en la plantilla, las soft skills sobresalen como distintivo de aquellos perfiles que se han adaptado a estos nuevos tiempos. Estas habilidades blandas individuales, además de contribuir al buen rumbo del equipo y, por tanto, de la empresa, son condición necesaria para paliar los riesgos psicosociales derivados del mundo COVID.

Las soft skills salvan vidas

Entre otras soft skills hoy cabe destacar la resiliencia y la adaptación al cambio. En la actualidad se vuelven a escuchar los términos reskilling y upskilling como estrategias para impulsar las competencias y el rendimiento de los empleados. La formación continua es clave para la sostenibilidad de la empresa pero, en primer lugar, para el bienestar de las personas, entre ellas, las empleadas. Ya conoces el síndrome del superviviente laboral. Ahora las noticias advierten de poner medios urgentes para prevenir el alto índice de suicidios registrado.

El trabajo en equipo es fundamental. Si solo no puedes, con amigos sí. Esta píldora de sabiduría de la Bola de Cristal sigue vigente hoy día, y con más fuerza, en el ambiente laboral post-COVID. Comunícate con tu plantilla, practica la escucha activa, dinamiza encuentros —virtuales— para facilitar el flujo de información y la posible resolución de conflictos. La flexibilidad también en la propia jerarquía de la organización es una soft skill transversal necesaria.

Habilidades blandas desarrollada durante la pandemia

Teletrabajo y riesgos psicosociales asociados

La demanda de atención psicológica como consecuencia de la pandemia se ha incrementado entre un 25% y un 40%. Los problemas más comunes son los relacionados con la soledad y el aislamiento provocado por el confinamiento y el teletrabajo. La ansiedad, la depresión y los conflictos domésticos son las principales causas que perjudican la salud mental.

La nueva Ley de Teletrabajo reconoce como riesgos psicosociales los siguientes: el tecnoestrés, la fatiga informática, la conectividad digital permanente, el mayor aislamiento laboral, la pérdida de la identidad corporativa y las deficiencias en comunicación entre la plantilla en remoto y quienes trabajen de manera presencial.

Las decisiones en el medio laboral en la actualidad tienen que ser muy rápidas. Por tanto, las personas trabajadoras que muestren la soft skill de la capacidad de adaptación al cambio se encontrarán en mejor situación frente al estrés provocado por las condiciones del teletrabajo. La creatividad es muy ventajosa para gestionar la conciliación en los domicilios, para ordenar el lugar de trabajo y reinventar la jornada laboral. La empresa puede facilitar a su plantilla el desarrollo de estas herramientas.

La responsabilidad del departamento de recursos humanos es acompañar a las personas para que tengan un crecimiento en la organización. Este momento está marcado por la inteligencia artifical, la digitalización y la automatización. El valor del factor humano, en contraste, es la adaptación al cambio. Piensa que una máquina que no estuviera programada para la pandemia no habría tenido ninguna opción.