El crecimiento de las redes sociales es imparable. Cada vez más personas se “enganchan” a ellas, sin embargo, según el estudio “Redes sociales y empresa. Cómo aprovechar el poder de los social media” elaborado por Manpower Professional, sólo el 10% de las empresas españolas cuentan con una política formal sobre el uso de las redes sociales como Facebook, LinkedIn o Twitter en el trabajo. A nivel mundial, la cifra se incrementa hasta el 20% y en América, hasta el 29%.

Como ocurrió en los inicios de la World Wide Web, las empresas tienden más a controlar su uso que a aprovechar las múltiples ventajas que pueden suponer para los negocios. El estudio señala tres como los principales miedos que suscitan estas redes para los empresarios:

– La pérdida de productividad: Al igual que ocurrió con la navegación por Internet, lo que una empresa puede hacer para restringir por la fuerza es uso de Facebook o Xing, es poco. Aunque se corte el acceso por completo, los empleados pueden seguir usando sus iPhones o Blackberry para conectarse a estas redes.

– Reputación: El estudio de Manpower Professional muestra que sólo el 4% de los empresarios mundiales afirma que su reputación ha quedado dañada en algún momento por el hecho de que sus empleados usaran redes sociales.

– Seguridad: Uno de los peligros constantes que entraña el uso de redes sociales tiene que ver con el riesgo de intromisiones externas en las redes informáticas de la empresa. Pero no se sabe con claridad con qué frecuencia el uso de las redes sociales ha permitido esos ataques y cuál es el daño real que han provocado.

Cómo añadir valor mediante las redes sociales

Los códigos de conducta corporativa no deberían limitar las actividades creativas y de valor añadido de los empleados, más bien deberían desarrollar un ambiente y favorecer una cultura corporativa que fomente esos esfuerzos. Los líderes de las empresas tienen que buscar formas de aprovechar la popularidad y el valor comercial de los social media para poder impulsar el rendimiento de la empresa y ampliar los objetivos corporativos.

Manpower Professional recomienda que las empresas aprovechen el poder de conectividad de las redes sociales para encarar los siguientes temas:

– Productividad: Según la empresa de relaciones públicas Burson-Marsteller, más de la mitad de las empresas de la lista Fortune 100 poseen cuentas en Twitter y, de esas, dos tercios las utilizan para tareas de mejora de la productividad, como el servicio al cliente.

– Colaboración: El mundo laboral se está transformando de forma significativa debido a la creciente necesidad de colaboración y a la gran cantidad de tecnologías que fomentan el trabajo en equipo. El uso de este tipo de aplicaciones para llevar a cabo reuniones virtuales y colaboraciones va a seguir aumentando a medida que los equipos se vayan dispersando y disminuya la oportunidad de trabajar en un mismo lugar.

– Gestión del conocimiento: Hace mucho que las empresas buscan métodos eficaces para captar el conocimiento y las ideas que se encierran en las mentes de sus empleados. Sin embargo, con la llegada de los social media, están encontrando nuevas y creativas formas de sistematizar esos esfuerzos.

– Innovación: Las empresas decididas a mejorar el valor de sus esfuerzos en innovación han estado buscando nuevas ideas más allá de sus equipos especializados en investigación y desarrollo y de los procesos tradicionales. La llegada de los social media ha proporcionado a estos esfuerzos de “innovación abierta” un enorme impulso, permitiendo a las empresas construir canales hacia los clientes, los expertos y los inventores independientes, que antes eran difíciles de alcanzar de forma intencionada y continua.

– Alineación y compromiso de los empleados: Mantener a los empleados implicados intelectual y emocionalmente con su trabajo es un factor esencial para el éxito de cualquier empresa. Los social media son particularmente adecuadas para las comunicaciones que pretendan mantener a los empleados en conexión con la misión y la visión de la organización.

– Contratación: Las redes sociales, especialmente las de orientación profesional como LinkedIn, pueden resultar útiles para realizar contactos empresariales y reclutar a futuros empleados.

– Gestión de la reputación: El uso creciente de estas redes suscita preocupaciones en cuestiones de gestión de la reputación tanto para las empresas (“¿Considera la gente que nuestra empresa es un buen sitio para trabajar?”) como para las personas. Al incrementarse estos usos, será necesario que examinemos si es ético acceder a las redes sociales para valorar a un candidato para un empleo (¿Se necesita el permiso del candidato para acceder a su red y evaluarlo en base a lo que en ella aparece?).

– Marketing / Branding / Relaciones públicas: El 54% de las empresas de Fortune 100 utilizan Twitter para comunicarse con los clientes y el 29% cuentan con una “página de fan” en Facebook. Y los participantes del estudio de Manpower Professional citaron la “construcción de marca” como el uso más prometedor de los social media.

– Continuidad del negocio en situaciones adversas: El poder de las redes sociales para conectar a grandes cantidades de personas simultáneamente ofrece importantes ventajas cuando no se puede recurrir a otros tipos de comunicación. 

Promover el uso constructivo de las redes sociales

– Motivar a los empleados a innovar: Promover un uso positivo de los social media animando a los empleados a idear nuevas formas de utilizar esas herramientas para realizar mejor su trabajo.

– Aprovechar a los expertos internos: Predicar con el ejemplo y animar a los empleados que habitualmente utilizan las redes sociales en sus trabajos a comentarlas y a mostrar cómo se hace.

– Permitir que los empleados “sean los dueños” del buen gobierno corporativo: La base de cualquier red social sana es una comunidad comprometida. Este enfoque seguramente atraerá a los empleados más proclives a utilizar los social media y fomentará la confianza en los objetivos de las directrices que finalmente se establezcan