resilencia

Ante los problemas en el trabajo, entrena tu resiliencia

Gracias a la resiliencia se afrontan las adversidades y se consigue salir fortalecido. Es una de esas capacidades que los reclutadores de talento suelen ver con buenos ojos. Hay quien nace con ella, pero también se puede aprender a ser resiliente. Te contamos algunas claves que te ayudarán a desenvolverte mejor ante los contratiempos laborales.

La resiliencia es esa cualidad física que tienen algunos materiales para doblarse, comprimirse o estirarse y, después, recuperar la forma. Ser resiliente consiste en dos pasos: resistir la presión y volver con mayor fortaleza.

Resistir la presión

El trabajo puede ser un lugar donde se acumule mucho estrés. Hay cantidad de circunstancias que perturban la estabilidad, desde la falta de iluminación o de condiciones de seguridad en el lugar de trabajo hasta un ambiente conflictivo o bien horarios poco estables, viajes continuos, asignación de tareas y responsabilidades poco definida…

Volver con mayor fortaleza

En esta fase es necesario ponerse manos a la obra y actuar con contundencia. Has sido capaz de resistir la presión, ahora actúa, haz frente al conflicto y recupera tu estabilidad. Esta actitud te hará crecer.

Entrenar la resiliencia puede parecer difícil al principio, pero no debes frustrarte de buenas a primeras, tienes que continuar intentándolo. Con el tiempo, se convertirá en una capacidad casi innata y te ayudará a resolver muchas situaciones tanto en el entorno laboral como en tu vida cotidiana.

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