¿Qué balance hacen de este año los departamentos de RR.HH.? ¿Qué está cambiando en los procesos de selección? Y, en cuanto al primer empleo, ¿qué necesitan la universidad y la empresa para que la unión sea perfecta? Para dar respuestas, Randstad e Infoempleo.com han reunido a responsables de RR HH de algunas de las principales compañías españolas, junto a una representación del Ministerio de Educación.

«Durante este último periodo hemos hecho la labor de un equilibrista. A pesar de una situación compleja como la que estamos viviendo, BBVA ha realizado alrededor de 1.000 nuevas contrataciones en España. Además, hemos seguido dando respuesta a todos los grupos de interés de RR.HH., con especial énfasis en el colectivo de empleados, a los que se ha mantenido una adecuada formación», señala Silvia Fernández, Directora de Selección de BBVA.

Luis López, Director de la firma Deloitte, añade el impacto negativo que la menor contratación ha podido tener sobre la imagen de la compañía. «En los dos últimos años hemos tenido que decir que no a gente que tenía muy buen perfil. A lo mejor veías a veinte candidatos, pero sólo tenías hueco para diez. Desde el punto de vista de la imagen de la empresa, no sé el impacto que habrá podido causar sobre esos diez a los que no has podido contratar, no porque no valgan, sino porque no tienes hueco», opina López.

Otro de los retos a los que se han enfrentado los departamentos de RR.HH., según Lola Marcos, Directora de Selección de Accenture, es el de intentar no perder el talento. «Atender a una cuenta de resultados significa que hay que prescindir de determinado talento que luego es muy complicado reponer. Las empresas que han sabido mantener ese talento dentro de la compañía serán las que antes saldrán de la crisis», afirma Marcos. Ante el aumento del desempleo en los últimos tiempos, Marta Valer, Directora de Grandes Cuentas de Randstad, plantea una duda: «Las personas que han salido de las empresas, ¿son realmente válidas y se han ido por la crisis o han salido los primeros porque no eran los mejores?».

Cambio de actitud

Lo que sí tienen claro los expertos reunidos en el Desayuno Infoempleo- Randstad es que la crisis ha traído un cambio de actitud. «Antes, el criterio de elección de un puesto por parte de los candidatos era si estaba más cerca de casa o si tenía un horario más cómodo. La situación actual les ha hecho ver la realidad y pensar que tienen que dar un poco más», asegura el director de Deloitte. «Yo no me alegro de la situación de crisis, pero a la juventud le viene muy bien, como un cambio de actitud ante la vida. Ahora no es tan fácil encontrar trabajo y que, además, esté bien remunerado», añade Lola Marcos.

Para María Muras, Subdirectora de Selección e Integración de Repsol, esta necesidad de cambiar de actitud ha cogido descolocados a muchos candidatos. «La ‘Generación Y’ se está dando cuenta de que las circunstancias han cambiado, pero todavía no saben cómo situarse. Hemos pasado de geofísicos o ingenieros que no quieren irse a Argentina, por poner un ejemplo, porque consideran que no tienen por qué marcharse de España para empezar por trabajar en un campo de petróleo, a economistas que dicen que se irían a cualquier lugar del mundo pero no tienen claro cómo van a plantear su vida si se deciden por la movilidad», añade Muras.

En las circunstancias actuales, muchos trabajadores y universitarios deciden marcharse fuera. «Yo no veo mal que se vayan fuera –replica Juan Alberto Sigüenza, Vocal Asesor de la Dirección General de Formación y Orientación Universitaria del Ministerio de Educación–. Lo que es increíble es que en este país la gente nace, estudia, se casa y trabaja en el mismo sitio. Eso crea rigidez».

Lola Marcos, de Accenture, comparte la opinión de Sigüenza: «Creo que es bueno que los estudiantes se vayan fuera los primeros años. No creo que se pierda talento porque estoy convencida de que regresa. Además, la economía y las multinacionales se están globalizando y necesitamos gente con esa visión empresarial».

Una relación más fluida

Los expertos consideran que, en este nuevo panorama laboral, se hace necesario replantear la relación entre la universidad y la empresa, con el fin de crear futuros candidatos mucho más competitivos. Un buen intercambio entre la universidad y la empresa incide muy positivamente, según Lola Marcos, de Accenture, en la imagen de los centros universitarios. «¿Cómo consigue la universidad su prestigio en el mercado laboral? Sin duda alguna, con la calidad de su enseñanza o con los proyectos de investigación, pero también con dónde coloca a sus egresados, en qué empresas», señala Marcos.

Para mejorar esa relación entre la universidad y la empresa, las prácticas son fundamentales. Pero surgen algunos problemas. «Muchas veces es difícil compaginar ambas situaciones, la docente y la empresarial», opina Silvia Fernández, de BBVA. «Los periodos de prácticas tienen que ser más intensos y más prácticos», añade, por su parte, Luis López. En esa mejor gestión de las prácticas, los COIE de las universidades representan un papel fundamental. Pero, ¿qué hay que hacer para que sean más eficaces? Según Lola Marcos, de Accenture, «les falta profesionalizarse, convertirse en verdaderas oficinas de empleo».

Juan Alberto Sigüenza, del Ministerio de Educación, cree que también son necesarios procesos de reorientación profesional de los alumnos que han estudiado carreras con poca demanda laboral. «En Historia del Arte, por ejemplo, ¿dónde están los puestos? Tiene que haber esa posibilidad de reorientarse. Si no, al cabo del tiempo, la realidad hace que estos alumnos entren a trabajar en lo que sea», afirma Sigüenza.