Las cosas suceden, de una manera u otra. Las redes sociales son una plataforma incomparable para darnos a conocer más allá de nuestro radio de acción natural y cercano. Pero para poder sacarles todo el partido posible hay que tener en cuenta una serie de parámetros y de elementos, que no deben de obviarse, y que hay que adecuar correctamente a nuestras necesidades. A las de cada uno.
1. Antes de crear ninguna cuenta, párate a pensar en cómo quieres que se te conozca en las redes. Piensa una descripción general de tu perfil. En algo que te defina profesional y personalmente, en (si te es posible) no más de 160 caracteres. Deberás de ser escueto, parco y conciso. Pero al mismo tiempo directo, taxativo y sencillo. A veces lo complicado no es decir lo que hacemos, sino describirlo en una palabra o máximo dos. Esta breve descripción debiera de formar parte de tu raccord descriptivo en todas las redes sociales. Aunque luego debas de ampliar información en algunas.
2. Busca una foto que te identifique. Si te es posible, no uses logos si tienes pensado divulgar y dar a conocerte como persona y profesional. Si quieres dar a conocer una empresa, es una buena idea. La imagen que uses puede estar tratada o retocada. Puede funcionar bien si eres un profesional del diseño y quieres impactar con ella. Sobre todo, debe de definirte a ti, pero también a lo que te dedicas. Sería ideal usar la misma para todas las redes. De esta forma se convertirá en patrón que te hará más reconocible inmediatamente.
3. Piensa un nombre de usuario y cerciórate de que esté disponible para la mayor parte de las redes sociales donde quieras darte de alta. En muchas de ellas, el nickname no aparece representando la marca (a ti) pero en otras sí. Contar con un nombre de usuario idéntico para la mayoría (o todas) las redes sociales facilita a los usuarios el poder localizar tu perfil allá donde vayas y esperen encontrarte.
4. Hagas lo que hagas, y te dediques a lo que te dediques, créate al menos una cuenta de Facebook (página), Twitter, Blog y LinkedIn o Xing. Las cosas han cambiado y debes de tener presencia en cada una de ellas (mínimo) para poder interactuar como dios manda.
5. Si cuentas con una dirección de correo con dominio registrado, aprovecha para crear también una página de tu ‘empresa’ en LinkedIn. Esto permitirá a quienes te sigan, o a quienes encuentren tu empresa, el poder seguir sus actividades. Mientras que tú podrás aprovechar dos canales de comunicación fluidos.
6. Es básico contar con un nombre de dominio registrado y vinculado a tu blog. Afecta al posicionamiento web de tu página ya que los buscadores lo pasarán a las primeras posiciones por estimar que no es una web que pueda desaparecer de inmediato. Mejor si registras el dominio por un periodo de tiempo superior a los dos años.
7. Es vital que vincules tu actividad principal entre todas las redes que tengas activas. Establece una de las redes como punto de origen para crear información. Esta información debiera de ser de común interés a todas las redes sociales. De forma que puedas, luego, personalizar los contenidos que crees en todas las demás, en función del perfil de usuario que haya en cada una de ellas.
8. A la hora de publicar contenidos y comentarios, trata de que la mayor parte de ellos incluya referencias y #hastags, y una url o dirección de internet donde se pueda ampliar información. Los #hastags o las palabras clave más usadas las puedes localizar en cualquier red social. Y el usar direcciones de internet facilitará que los programas generadores de contenido usen tus comentarios para engrosar sus productos (por ejemplo, periódicos automáticos como paper.li o https://tweetedtimes.com/). Al incluirte en ellos, miles de usuarios tiene la posibilidad de acceder a tu perfil, a tus comentarios y a tus contenidos de forma instantánea.
9. Cuando escribas sobre tu área de conocimiento, intenta hacer referencia a otras personas de tu mismo perfil profesional. Comparte y difunde también opiniones de personas afines, con las que estés de acuerdo. En las redes sociales es muy importante citar (RT –retwit- y MT –modified twit-), y se mide la reputación de cada uno por lo que aporta, sea propio o de extraños. Lo interesante es saber que aportas valor a tu hilo y a tu muro.
10. Deja que tu marca se cree sola. No busques crearla. Muchas veces erramos el camino porque buscamos hacer algo a nuestra manera, cuando lo mejor es dejar que las ideas fluyan y que el camino se haga a nuestro paso. Está bien tener claro cuál es el punto de partida, y cuál es el punto de llegada. Pero el trayecto que queda por recorrer puede estar condicionado por elementos que no podremos controlar. Un río no discurre en línea recta. Busca su paso hacia el mar sorteando recodos y dificultades, limando y perfilando los inconvenientes que encuentra a su paso.
Este es un decálogo que vale tanto para desempleados, como para profesionales que pretendan iniciar su andadura en las redes sociales. Para profesionales experimentados, como para novatos que quieran usarla como guía. Son pequeñas claves que te pueden facilitar y allanar el trabajo a la hora de configurar tu presencia en las redes sociales.
Como diría Bruce Lee, ‘Empty your mind, be formless… shapeless, like water. (…)Be water, my friend…’. A Warrior’s Journey, (2000).
@AntonioVChanal
Coach, SMM y Profesor de Redes Sociales