Lo que no se nombra no existe. Por eso, contar con denominaciones para los distintos contextos ayuda a definir estrategias y mejora la adaptabilidad al cambio. Durante la década de los 80, surgió el acrónimo VUCA+H para hacer frente a un momento de crisis: Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo + Hiperconectado, letra que se ha añadido en los últimos años. Hoy día, la incertidumbre tras la pandemia y los desajustes políticos es tal que se está empezando a hablar del entorno BANI (Frágil, Ansioso, No Lineal e Incomprensible).
Entornos BANI
De la misma manera que los ecosistemas mutan velozmente, la nomenclatura que se usa para desarrollar planes de adaptación y transformación varía. Así algunos expertos ya consideran obsoleto referirse a los entornos VUCA+H. La propuesta de BANI consiste en desarrollar un contexto o marco mejor y así poder generar las preguntas apropiadas al estado actual del mundo. BANI está compuesto por las iniciales de las palabras inglesas:
- Brittle (quebradizo): La fragilidad tiene que ver con los sistemas y estructuras cuya fortaleza es efímera y deben estar en continuo cambio, actualizándose y con análisis de riesgos, como ocurre con la ciberseguridad. En el ámbito empresarial, que una organización tienda a romperse significa fracasar. Para sobrevivir, hay que adaptarse.
- Anxious (que genera ansiedad): El futuro incierto desequilibra la relación entre los desafíos por llegar y las habilidades y competencias adquiridas para adaptarse al cambio.
- Non-linear (no lineal): No hay relación directa entre causa y efecto, lo cual desestabiliza. Los obstáculos y oportunidades de gestionar el devenir caótico son constantes y, por tanto, es recomendable tomar decisiones disruptivas y optar por un liderazgo exponencial.
- Incomprehensible (incomprensible): los patrones heredados no sirven para comprender la situación actual y es necesario adelantarse a los fenómenos.
Estos entornos van de la mano de algunas de las aclamadas soft skills como la resiliencia, el coraje, la creatividad, la integridad y la inteligencia emocional. Para mejorar la productividad y el liderazgo exponencial puedes recurrir a conceptos clásicos como la ataraxia o suspensión del juicio, es decir, aceptar lo que llega y actuar en consecuencia. La clave es aprovechar lo que algunos expertos han llamado la turbulencia como el escenario adecuado para innovar planteando al menos tres posibles rutas de salida.
Tips para navegar en entornos BANI
Ante una situación de fragilidad, la empresa está en condiciones de prever una estrategia por capas, es decir, que sus bases no sostengan todo el edificio sino que se componga por nodos y módulos. De la misma manera, asumir pequeños riesgos es recomendable para resistir ante la aleatoriedad.
Por otro lado, para combatir la ansiedad practica la atención al aquí y al ahora. Querer controlar lo que viene, dándote cuenta de que cuando adquieres un conocimiento este queda obsoleto, puede llevarte a cometer dos errores: volverte pasivo o precipitarte. Es importante adoptar una visión sistemática pero que te permita ser flexible ante nuevas situaciones.
Por último, mucha información puede ser confusa si no se puede manejar o el proceso no es transparente. El big data y la IA son las herramientas adecuadas para gestionar grandes volúmenes. Construir confianza y gestionar la desconfianza de los stakeholders es la pieza clave de toda estrategia de negocio y para ello la información debe estar legitimada por datos.