Muchas empresas han continuado con la práctica del trabajo híbrido. Es importante llevar un control de este sistema y comprobar si funciona en una organización determinada. La flexibilidad ganada por los trabajadores tiene que ser viable. En determinados sectores no podrá superar un número de horas. Las métricas para medir la productividad se basan en la comunicación y la adaptabilidad. El seguimiento y la gestión del tiempo es fundamental.
Métricas para saber si en tu negocio funciona el trabajo híbrido
El trabajo híbrido ha ganado muchos seguidores especialmente por la flexibilidad que proporciona. Por un lado, porque se puede trabajar desde distintos lugares geográficos. Pero por otro también porque no se tiene que ir a la oficina y se pueden adaptar los horarios a la conciliación con la vida personal.
Sin embargo, la principal dificultad que encuentran las empresas en esta práctica es medir la productividad en remoto. Utiliza estas métricas para saber si en tu negocio funciona el trabajo híbrido:
- Líneas de comunicación abiertas: antes de medir datos de producción, es clave mantener estos canales abiertos, para que llegue la información. De manera bidireccional, es decir, tanto de la empresa hacia los trabajadores, como a la inversa. No saber cuáles son las expectativas o no poder comentar sus dudas implicará una baja productividad. La participación de la plantilla es una de las llaves hacia un modelo híbrido exitoso.
- Gestión orientada a objetivos: se trata de analizar cómo la productividad y el rendimiento contribuyen a alcanzar las metas estratégicas. Estos objetivos deben ser SMART. Las organizaciones tienen que proporcionar herramientas y aclarar los procesos que permitan la equidad entre los trabajadores. El modelo híbrido es una oportunidad para que los liderazgos piensen “fuera de la caja” y busquen una comunidad en línea.
- Adaptabilidad: según la métrica de trabajo planificado a realizado, las empresas ágiles son más productivas en la medida en que se adapten a los cambios. Si estas modificaciones se realizan de manera rápida y fácil, los equipos estarán más capacitados para desempeñar en un nivel óptimo. Aprovecha las soluciones informáticas como la firma electrónica para implementar estos cambios.
Realizar un seguimiento y evaluación es clave
Alcanzar las metas estratégicas depende de un equipo cohesionado. Este modelo colaborativo es traducido en el trabajo híbrido. Para que la cultura corporativa sirva de ecosistema donde cada trabajador desarrolle todo su potencial es necesario contar con el plan de evaluación y seguimiento. En este sentido, la gestión del tiempo es esencial. Para utilizar esta métrica es importante contar con datos históricos que permitan comparar.
El seguimiento puede calendarizarse, es decir, programarse, diaria, semanal o mensualmente. Cada periodicidad aporta una información distinta relativa a la consecución de objetivos y a la productividad. Los liderazgos deben ser transparente con el uso de esta métrica. La plantilla lo tiene que recibir como una ayuda y no como una vigilancia.
Por último, es interesante analizar los beneficios como medida de productividad. Especialmente, en empresas que buscan mejorar su nivel de ingresos o volumen de negocio a corto plazo. Al centrarse en actividades con mayor retorno, la organización puede invertir en crecimiento y escalabilidad.