Todos nos hemos levantado alguna vez por la mañana viendo como el sofá parece darnos una invitación abierta, o hemos visto que tenemos mil y una cosas por hacer y la jornada laboral nos lo impide. De aquí nace el concepto de teletrabajo o trabajo a distancia, la posibilidad de trabajar desde donde uno elige.

Entendemos por teletrabajo la posibilidad de realizar el trabajo a distancia por medio de las ventajas del mundo digital, como la conexión a Internet. Trabajar en casa o en un lugar fuera de la oficina se presenta como una tendencia cada vez más frecuente y aplicada por diversos empresas y por diferentes motivos.

Las ventajas de trabajar desde casa

  • Flexibilidad horaria. En la sociedad actual, este punto es algo que se valora mucho, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. Poder adaptar el trabajo al resto de tu vida es una posibilidad que permite no tener que dejar de lado cosas que nos gustan hacer.
  • Conciliación de vida laboral y familiar. Ya sea familiar, con amigos o simplemente personal, trabajar de manera que se pueda dedicar tiempo a todo aquello que sea importante es algo que cualquier empleado agradecerá.
  • Desplazamiento: Los trayectos largos en transporte público o en coche particular suponen una gran inversión de tiempo y también de gastos. Para el individuo en cuestión, el teletrabajo implica suprimir este tiempo y dinero desaprovechado para dedicarlo a otras cosas. Por otro lado, la falta de desplazamiento supone una flexibilidad geográfica a la hora de buscar talento que beneficia tanto los profesionales como a las mismas empresas.

¿Qué ganan las empresas con el teletrabajo?

  • Aumenta productividad. Los resultados lo demuestran y los estudios lo corroboran. Un trabajador feliz, dedicado, contento son su puesto de trabajo y con la libertad de hacerlo desde donde quiere y, más o menos, cuándo quiere es la clave para alcanzar objetivos.
  • Reduce costes. No solo es el trabajador que ahorra en gastos diarios. Cuando una empresa opta para reclutar a talento que pueda trabajar desde casa, está ahorrando en lo que deberá invertir en el espacio físico y materiales tangibles. Esto hace que sea una opción más eficiente para lograr los objetivos empresariales.
  • Captación talento. Debido a que esta posibilidad presenta un gran atractivo para los empleados reales o potenciales, incluirlo en una oferta contribuye a atraer y retener talento profesional por medio de un valor añadido al puesto de trabajo.

¿Y por qué aún dudamos de hacerlo?

Como todo, el teletrabajo tiene sus pros y sus contras. Aunque permite mucha libertad por parte de los empleados, aportando a la vez ventajas para la empresa, también puede repercutir en algunos aspectos de la vida laboral.

  • Requiere autodisciplina. Confiar en la capacidad del talento o en caso del trabajador, de su propia capacidad de gestionar el tiempo y las tareas de manera óptima no siempre es una tarea fácil.
  • Difícil separación de la jornada. Al no recoger las cosas e irse del sitio de trabajo, es más difícil a nivel individual marcarse una clara diferenciación entre la vida personal y el trabajo. Definir el punto que es el final de uno y el inicio del otro resulta más complicado.
  • Cultura de empresa. Es casi imposible o por lo menos muy difícil inculcar verdaderamente la cultura de la empresa, transmitir sus ideales y fomentar la cultura conjunta cuando los empleados no están físicamente dentro de la empresa.
  • Integración de equipo. Estrechamente vinculado con el interior, el empleado nunca forma parte de un equipo con el que puede compartir una misma filosofía o manera de trabajar. Esto también puede perjudicar en su evolución profesional dentro de la misma.

Cómo introducir el Teletrabajo poco a poco

No podemos negar que está de moda el teletrabajo. Es un concepto que, a pesar de tener algunos factores negativos, realmente seduce a los profesionales. Actualmente, algunas empresas buscan implementar el concepto sin llevarlo al extremo.

Por ejemplo, como empresa siempre se puede ofrecer la opción a tiempo parcial. Es decir, marcar unos días o unos horarios fijos de trabajo en la oficina mientras que algunos otros quedarán en manos del trabajador para realizar su trabajo en casa, o desde donde crea conveniente. A veces, una posibilidad así es saber llegar a un punto medio y un acuerdo que puede aumentar el entendimiento y la relación trabajador-empresa.