La estructura de una empresa, atendiendo al diseño de sus puestos de trabajo, puede ser más o menos burocrática. Hay empresas en las que los puestos están menos definidos y compartimentados, es decir, tienen estructuras más orgánicas y otras en las que es necesario que exista una estructura bien delimitada que facilite la coordinación. Hoy hablamos de un aspecto dentro del diseño de un puesto de trabajo que es la especialización horizontal.
Dimensiones que intervienen en el dibujo de un puesto de trabajo
Para confeccionar un puesto de trabajo es necesario hacerlo teniendo en cuenta tres aspectos, según: su especialización, el control sobre el comportamiento, o de la variabilidad de este, que trata de evitar que cada quien haga las cosas a su manera y la formación que necesita cada persona que accede al puesto para desempeñarlo adecuadamente.
La especialización horizontal de un puesto de trabajo es el número de tareas en que se desgrana, cómo se regula la amplitud y contenido del cargo. Si es alta quiere decir que se definen pocas tareas para el puesto y estas son repetitivas. Si es una especialización horizontal baja el puesto consiste en muchas tareas pero que no son repetitivas. Se habla entonces de ampliación horizontal.
¿Qué consecuencias tiene la especialización horizontal de un cargo?
Con la especialización horizontal de un puesto se pretende incrementar al máximo la productividad. El hecho de que la persona sea muy habilidosa y consiga un conocimiento experto de sus tareas logra mejores tiempos de ejecución. El ahorro también se produce porque se evita la pérdida de tiempo que provoca el cambio de tareas.
Sin embargo, demasiada repetición puede provocar la desmotivación de quien está desempeñando el puesto, es entonces cuando es recomendable aumentar las funciones, ampliar el número de tareas que hace un operario. Aunque también hay que tener en cuenta otros factores que pueden dificultar este incremento en las tareas o las modificaciones necesarias. Y es que, tanto la personalidad como desde cuándo se lleva ejerciendo ese puesto, pueden predisponer hacia las resistencias. Quienes llevan más tiempo en un puesto y tienen más edad suelen ver con reticencias los cambios en su rutina.
Operarios y profesionales soportan una alta especialización horizontal
Entre las ventajas que conlleva la especialización horizontal, los expertos afirman que permite la normalización del trabajo, la estandarización de tareas, por lo que los resultados son uniformes. También permite un mejor aprendizaje porque al abordarse un número limitado de tareas la concentración no se pierde (estaría más dispersa con un mayor número de cometidos) lo que favorece el aprendizaje. Además, facilita el ajuste de las personas a las tareas por lo que se pueden asignar los trabajadores más aptos para cada labor.
Por el lado de los inconvenientes que trae una alta especialización horizontal se encuentra que la iniciativa de cada empleado va disminuyendo. La explicación radica en que se pierde la motivación intrínseca por la tarea, por lo que un cambio de cometidos cada cierto tiempo puede ser la solución. Aunque todo dependerá del tipo de puesto.
La especialización no se produce únicamente en tareas sencillas, las que ejecutan los operarios. También sucede en determinadas profesiones en las que dominar un conocimiento