Corría 2009 cuando Conchita Galdón y Federico Lozano decidieron formar una empresa con fines económicos y sociales. Pretendían ayudar a los sudamericanos que quisieran venir a España para que lo hicieran con un trabajo y una idea de lo que iban a encontrar. Pero cuando Puentes Global empezó a dar sus primeros pasos también lo hacía la crisis.
Tuvieron que replantearse la idea y cambiaron el sentido del viaje: iban a ayudar a los inmigrantes a volver a su país para que no lo hicieran de vacío sino con una franquicia bajo el brazo. Este proyecto pionero se llama Franquiciando un futuro mejor y ya es una realidad. La iniciativa está en fase piloto con tres franquiciados buscando local en su país de origen. Pero es ahora, en 2012, cuando el recrudecimiento de la situación ha llevado a estos dos emprendedores sociales a retomar la idea inicial. Van a ayudar a la gente que quiere emprender en un nuevo país pero han cambiado el público y el destino. Ya no se dirigen a sudamericanos que quieren venir a España sino a españoles que quieren irse a Noruega.
Hace unas semanas, un artículo del diario El País destapaba la cruda realidad de nuestros compatriotas en el país escandinavo. La estabilidad de uno de los países de la Unión Europea con menor tasa de paro ejerce de imán para los parados españoles. “Se van pensando en todo lo que han visto por televisión”, comenta Conchita Galdón. “Es igual que el subsahariano que venía a España por lo que había escuchado a un familiar y cuando llegaba se encontraba con una situación muy dura. No todo el monte es orégano. No se puede ir sin saber el idioma, sin saber qué van a encontrar allí. Hay trabajo pero para puestos muy específicos y se necesita hablar inglés.”
En Noruega, Federico Lozano ultima los detalles para lanzar este nuevo proyecto y se muestra optimista. «En este momento estamos reclutando trabajadores para nuestro primer piloto. Tenemos pensado comenzar con cinco trabajadores y crecer a 20 o 30 para el final del año», vaticina. Cocineros, maquinistas navales y expertos en sistemas hidráulicos, estos oficios servirán de punta de lanza para un proyecto que empieza a tomar forma. Lo consiguen gracias a acuerdos con las agencias de búsqueda de empleo noruegas, que les proporcionan las ofertas de trabajo que llevan un tiempo sin candidatos adecuados. Federico defiende la migración como «una de las formas más apropiadas para suavizar la crisis global», pero advierte de que no es bueno ir sin un plan, «es muy difícil conseguir un trabajo a la aventura».
Conchita y Federico ayudan a los trabajadores a adaptarse a la crisis, y su empresa supone el mejor ejemplo de esta adaptación. A pesar de que ha ido modificando sus proyectos según cambiaba la coyuntura económica, Puentes Global ha sabido mantener sus metas sociales y económicas, las cuales les ha granjeado premios como el de Jóvenes Emprendedores Sociales 2012 de la Universidad Europea de Madrid. “Es difícil mantener esta doble vertiente”, confiesa Conchita. “Tienes que estar con un ojo en cada una. Si yo me centrara en la parte económica perderíamos nuestra razón de ser. No generamos beneficios. Solo buscamos mantenernos.”
Lo consiguen con el dinero que les proporcionan los franquiciadores, en un proyecto, y con el que les dan las agencias de búsqueda de empleo, en el otro. No pretenden cobrar al emprendedor, que es el que se encuentra en la situación más desesperada, aunque en el caso de los franquiciados, estos deben desembolsar una cantidad para hacerse con la marca. Como dice Conchita, “animamos a migrantes desempleados y subempleados a invertir lo que tienen ahorrado en una microfranquicia.”
Regresar a Sudamérica con una negocio bajo el brazo o a Noruega con un trabajo asegurado puede parecer una utopía pero gracias a Puentes Global se puede convertir en una realidad. Conchita aconseja y pone en contacto a los inmigrantes de su red de emprendedores con las empresas franquiciadoras. Federico ultima desde Noruega los detalles de su nuevo proyecto. Manejan la ilusión de españoles y sudamericanos dispuestos a dar el salto. Franquician futuros sin hipotecar presentes.