La innovación y la transformación digital está siendo determinante en tiempos de pandemia. Es necesario un pensamiento creativo aplicado a la estrategia empresarial para adaptarse a una realidad cada vez más competitiva y cambiante. En esta línea, cada compañía está diseñando su programa para aplicar prácticas de innovación que recorren distintos departamentos pero que de manera transversal apuestan por la medición y la formación para crear valor en su organización.
Prácticas de innovación
Seguro que tiendes a pensar que ser práctico significa teorizar poco y resolver de manera inmediata y eficaz. En ocasiones, cerca del deadline, es posible que estés en lo cierto. Sin embargo, la actitud innovadora y creativa parte de un “estar abierto” al cambio en una permanente reflexión sobre el estado de la organización. Ya sea en la metodología o introduciendo nuevos servicios o líneas de trabajo.
Ya te habrás visto obligado a introducir prácticas innovadoras, aunque sean mínimas debidas al teletrabajo del confinamiento. Sin embargo, es recomendable dedicarle unos minutos a diseñar una hoja de ruta para la implantación de estas nuevas pautas, productos o “formas de hacer las cosas”. En primer lugar, la metodología de trabajo como el lean o design thinking, que es consecuente con la práctica innovadora, te va a permitir trabajar de manera colaborativa con tu equipo. Aprovecha para mejorar el engagement en remoto creando juntos soluciones estratégicas para la compañía.
En segundo lugar, piensa que un diseño colaborativo se enriquece con la gestión de datos, que permite medir, identificar patrones y predecir comportamientos. Y para transformar estos datos en conocimiento, puedes apoyarte en un servicio externo o startup que agilice el proceso.
Pautas para implantar estas prácticas
En general, cuando una empresa apuesta por las prácticas de innovación para su estrategia de negocio, suele seguir las siguientes pautas:
- Incentivos laborales: ofreciendo bonos y concursos que promuevan la creatividad de la plantilla.
- Diseño de la metodología para crear, incubar y materializar la innovación.
- Protección a las nuevas propuestas: patentes, diseños industriales, derechos de autor o secretos empresariales.
- Medir siempre es clave: desarrollo de indicadores de gestión y calidad para analizar tanto los movimientos internos de la organización como los del mercado.
- Previa elaboración de diagnóstico y evaluación
- Liderazgo: nombra a una persona responsable que coordine todo el proceso.
Innovación en medio ambiente y talento
Algunas empresas llevan años apostando por las energías renovables y desarrollando prácticas innovadoras muy relacionadas con la transformación digital de los procesos y productos. Quienes han seguido esta línea pre-COVID se han visto en una posición ventajosa para afrontar el difícil mercado laboral actual.
Una de las innovaciones más adaptadas por las empresas es la que cambia la metodología formativa, basándose especialmente en el juego. Empresas como L’Oréal o LG han obtenido excelentes resultados en la adquisición de nuevos conocimientos implementando una plataforma de game-based learning. Con estos mecanismos formativos además consigues retener y potenciar el talento de los empleados.
Sin embargo, no es todo desarrollo de software y tecnología. Muchos de los casos de éxito empresarial asociados a las prácticas de innovación se encuentran en el sector de la agroecología. Desde obtener energía con potencial nuclear de los ecosistemas de los bosques hasta rentabilizar la producción y distribución con sistemas informáticos pero en el medio local y apostando por una economía circular.