La llegada de las fiestas navideñas y el reto de conseguir organizar una celebración inclusiva de las mismas es uno de esos momentos en los que una organización tiene la oportunidad de poner a prueba la solidez de su cultura organizacional.

En realidad, no es una tarea tan complicada, y teniendo en cuenta algunos consejos, será una ocasión perfecta para las personas que integran la empresa se sientan parte del equipo.

La necesidad de una celebración inclusiva desde la cultura organizacional

Inclusión es una palabra que habrás escuchado mucho últimamente. Y seguramente todo el mundo cree que sabe qué significa en realidad. Hasta el momento en que deja de ser una palabra y se nos pone a prueba. La inclusión es una necesidad nacida de la diversidad, no un valor en sí mismo. Porque una organización que desea tener el máximo de oportunidades de contar con los mejores talentos para sus necesidades no se deja frenar por los sesgos en el reclutamiento.

De ello se derivará, necesariamente, una plantilla que será diversa. Porque el talento y la experiencia habrán sido los únicos criterios para ocupar un puesto ofertado.

La planificación de eventos inclusivos como la fiesta de Navidad en la empresa es, por lo tanto, algo que surgirá como consecuencia de la cultura organizacional. Y qué mejor ocasión que la Navidad para ahondar en eso que llamamos team building.

La inclusión como compromiso

Crear una cultura inclusiva en el trabajo es, como se ha visto, una consecuencia lógica de una política de reclutamiento enfocada a la captación del talento. Eso significa, entre otras muchas cosas, que las experiencias que deberá compartir la organización deberán estar basadas en el respeto a la diversidad cultural.

La Navidad es una festividad de origen cristiano y el nuestro es un país de cultura mayoritariamente cristiana. Por lo tanto, es importante crear un entorno en el que las personas que pertenecen a nuestra organización y proceden de otras culturas y sensibilidades no se sientan ajenas.

Llegados a este momento, deberás conocer a las personas que componen la plantilla, lo que incluye su nacionalidad de origen, su religión, su cultura y sus costumbres. Y el propósito de esta fiesta es que todas las personas se sientan incluidas y disfruten. Recuerda que el bienestar de las personas influye de forma directa y determinante en su compromiso con la labor que realizan. Una persona que se siente excluida o ignorada nunca se sentirá del todo parte de un equipo.

Trabajadores realizando una celebración inclusiva en la empresa

Algunas ideas para tener en cuenta en una celebración inclusiva

Como orientación, aquí tienes algunos puntos que debes tener en cuenta a la hora de planificar una celebración inclusiva de la Navidad.

  • Hablando en plata: esto es España, es una fiesta y la mayor parte de la gente se va a apuntar. Por lo tanto, procura que sea la fiesta de todos, no “la fiesta a la que los otros están invitados”.
  • Si pretendes que tu fiesta de Navidad sea respetuosa con la diversidad de tu empresa debes tener en cuenta un hecho muy sencillo: hay personas que no celebran la Navidad, incluso aunque sean de religión cristiana. Por lo tanto, debe ser un evento voluntario. Para muchas personas se trata de un momento familiar y privado y debes respetarlo.
  • En relación con lo anterior, piensa que la Navidad puede solaparse con otras festividades religiosas, como la Hanukkah judía.
  • Ten en cuenta que las personas proceden de otras culturas, independientemente de su religión, pueden tener restricciones alimentarias. No lo tomes como un fastidio: vivimos en una cultura mediterránea que presume, ¡con razón!, de su dieta diversa y con seguridad puedes sustituir al maestro jamonero y la pata de Jabugo por otras opciones. No es una fiesta si no es para todos. Infórmate y descubre.
  • No pienses en la fiesta de Navidad de la empresa como las fiestas patronales de tu localidad, donde hay un programa inamovible. Plantéate organizarla desde abajo a arriba, no como un plan cerrado, sino como una oportunidad real de integración. Escucha a las personas que trabajan contigo. El equipo saldrá ganando.

Recuerda que el respeto y la integración no es piramidal. No fluye desde la empresa hasta sus empleados. Eso es obediencia. Fomenta una cultura integradora entre las personas de diferentes sensibilidades que integran tu organización.